Casi un centenar de cántabros se concentran contra el traslado de la estatua de Menéndez Pelayo

SANTANDER, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

Casi un centenar de cántabros se concentraron esta tarde en el jardín de la Biblioteca Menéndez Pelayo para expresar su oposición al traslado de la estatua de mármol del escritor santanderino del vestíbulo de la Biblioteca Nacional, donde está ubicada desde 1912, en un acto convocado por la Sociedad Cántabra de Escritores.

El presidente de esta organización, Diego Alonso Rodríguez, realizó un discurso en el que, además de expresar su rechazo al traslado de la estatua, cuestionó los motivos por los que no se reeditan las obras completas del sabio santanderino.

Para Alonso Rodríguez, "el orgullo de la vida y el materialismo caracterizan al siglo actual", causa del "menosprecio por todo lo que es cultura y lo que es moral, produciendo en nosotros situaciones incómodas que afligen y contristan nuestro ánimo".

El presidente de la Sociedad Cántabra de Escritores se refirió a la ubicación de la estatua del escultor valenciano Mariano Benlliure como "un lugar privilegiado" desde el que el escritor, "con su mirada penetrante de infatigable lector" representa al "maestro indiscutible de la erudición española".

"Sólo la incultura muerde, ladra o hace reir. A fuerza de no pensar se nos está muriendo en España el pensamiento", añadió Alonso Rodríguez, tras asegurar que "toda su obra está inspirada en el amor a España".

Además, Alonso Rodríguez utilizó una frase de su "admirado José Zorrilla" para transmitirle a la directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, que "los muertos que vos queréis matar gozan de buena salud".

En la concentración estuvieron presentes, entre otros asistentes, el concejal de Cultura de Santander, César Torrellas; así como representantes del Ateneo de Santander, la Asociación de Estudios Montañeses y de la Sociedad Menéndez Pelayo.

La concentración de hoy se suma a las cartas de protesta remitidas a la ministra de Cultura, Carmen Calvo, y a la directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, en las que manifiestan la "sorpresa e indignación" de la Sociedad Cántabra de Escritores por el anuncio del traslado del monumento.