Jorge Fernández
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 17 julio 2014 19:15

El ministro del Interior cree que la consulta es "es una falta de respeto, de consideración y de sentido común"

SANTANDER, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ministro del Interior, Jorge Fernández, ha afirmado este jueves, en Santander, que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no podría aceptar la consulta soberanista de Cataluña "aunque quisiese, que no quiere", por ésta ya ha sido declarada insconstitución por el Tribunal Constitucional y rechaza por el Pleno del Congreso de los Diputados. "Ese referéndum no se va a celebrar", ha apostillado.

En declaraciones a la prensa antes de inaugurar un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Fernández ha criticado que lo que el presidente catalán, Artur Mas, llama consulta es "un referéndum de autodeterminación" que, además de "no caber en la Constitución", afecta a la unidad de España y, por tanto, en caso de celebrarse, deberían de "decidir todos los españoles".

Sobre las declaraciones de Mas de que podrían introducirse cambios en los términos de la consulta, el ministro del Interior ha apuntado que "lo que mal empieza, mal acaba", una consideración que ha señalado al recordar que el presidente de la Generalitat se reunió con otro dirigerentes políticos catalanes y anunció esta consulta, ya con pregunta y fecha establecidas, y Rajoy se enteró a través de los medios de comunicación, a través de los cuales Mas también invitaba al presidente del Gobierno a hablar.

"Pero esa consulta en esos términos era innegociable. Yo creo que eso es una falta de respeto, de consideración y de sentido común y evidentemente lo que mal empieza mal acaba", ha dicho Fernández, que ha opinado que ahora España tiene que trabajar por salir de la crisis, cuya salida ya se ha empezado a "vislumbrar".

Y es que, ha ensalzado, nuestro país forma parte de un mundo que "cada vez es más global" y de una Unión Europea en donde lo que se lleva es la "palabra unidad", por lo que esa consulta es "ir contra sentido de la historia, contra el sentido común y contra los intereses de Cataluña y de toda España".

"Plantear un referéndum en esos términos que lo que está consiguiendo, y de hecho ya lo ha conseguido por desgracia, es fracturar a la sociedad catalana y, por supuesto, generar división entre Cataluña y el resto de España", ha lamentado el ministro.

En este sentido, ha dirigido su discurso a Artur Mas, a quien ha dicho que "un gobernante lo que tiene que hacer es preocuparse por formar parte de la solución de los problemas y no ser él el principal de los problemas".

"El que ha planteado el problema es el que tiene que plantear iniciativas y darse cuenta que antes de hacer las cosas hay que pensarlas, porque, por desgracia, estamos hablando de cuestiones que en el siglo XXI en Europa no se entienden", ya que una iniciativa de estas caracteterísticas "no tiene encaje bajo ningún punto de vista político, jurídico e histórico en la Europa en la España de hoy".

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