SANTANDER, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El joven de 20 años acusado de robar y agredir sexualmente a una mujer de 61 años en Santander ha declarado ante la Audiencia de Cantabria que no recuerda nada de lo que sucedió el día de los hechos, el pasado mes de enero.
Según ha relatado M.A.M.S. en el juicio celebrado este jueves, sólo recuerda que el día de los hechos, en enero de 2011, se produjo una "riña", pero no haber pedido dinero ni intentado robar o agredir a la mujer. De hecho, asegura que ni siquiera recuerda cómo llegó a ese lugar, la calle Duque de Ahumada, después de haber estado, la noche anterior, en un karaoke y en un club de Santander.
Frente a esto, la víctima ha narrado cómo el acusado la abordó con "un cuchillo muy ancho y un hacha" para luego tirarla al suelo y amenazarla de muerte si no accedía a hacerle una felación, como comenzó, hasta que finalmente llegó la Policía Nacional y le detuvo.
El acusado se enfrenta a una petición de penas de 10 años por parte del Ministerio Fiscal, mientras que su defensa pide una condena de seis meses de cárcel por agresión sexual y seis días de localización permanente por la falta de lesiones.
Según ha contado en el juicio M.A.M.S., ese día "iba bebido", motivo por el cual su defensa pide que se aplique como circunstancia eximente la intoxicación por alcohol. La víctima considera en cambio que, aunque olía a alcohol, no estaba borracho.
Un testigo que vio los momentos previos a la agresión observó que el joven llevaba en la mano una botella de Coca Cola grande "medio llena", aunque tampoco apreció signos de embriaguez o de consumo de drogas, sino que simplemente estaba "alegre". Los policías nacionales que intervinieron no percibieron que estuviera borracho, aunque sí "agitado y nervioso".
En cambio, el portero del karaoke del centro de Santander al que acudía con frecuencia el acusado sí que le vio "muy perjudicado" tras haber bebido "bastantes copas". En la noche previa a los hechos por los que se le juzga, estaba dando "problemas" en el local, "metiéndose con la gente", hasta el punto de que sus amigos le "llamaron la atención" y uno de ellos le propinó un puñetazo.
De allí se marchó a un club de Santander en el que trabajaba la novia de su padre. Allí "robó una botella de Jack Daniels y una de Coca Cola" y se la subió a una habitación y comenzó a "molestar a las chicas", que avisaron a su madrasta, que en ese momento no estaba en el local.
Esta envió varios mensajes al padre del joven para avisarle, pero este ha contado como no tuvo más noticias de su hijo hasta que le llamaron para informarle de que estaba detenido.
Los forenses han determinado que no se puede descartar que se produjera penetración, pero sí que se puede rechazar que el acusado no eyaculara.
