Pasa a disposición judicial el anciano de 79 años que golpeó con un martillo a su hermano y a una dependienta

Comercio donde tuvo lugar la agresión
EP
Europa Press Cantabria
Actualizado: martes, 21 septiembre 2010 20:52

TORRELAVEGA 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

El anciano de 79 años que fue detenido este lunes por la Policía Nacional en Torrelavega tras golpear con un martillo en la cabeza a su hermano y agredir con el mismo utensilio a una dependienta que acudió a socorrer a su jefe al percatarse de la agresión, ha pasado a disposición judicial, según han informado fuentes de la investigación a Europa Press. Se da la circunstancia de que el agresor se disfrazó con un peluca y una barba postiza para no ser reconocido.

Los hechos tuvieron lugar hacia las nueve y media de la mañana en el interior del comercio de textil Gómez, situado en la calle Ruiz Tagle, a escasos metros del Ayuntamiento de Torrelavega y en pleno centro de la ciudad.

A esa hora, el propietario del local, J.G. había abierto el establecimiento en compañía de una dependienta. Según parece, accedieron a su interior dos personas más y el agresor, a quien su hermano no llegó a reconocer al estar disfrazado.

Pocos instantes después, y por causas que todavía se desconocen, comenzó la agresión, lo que provocó que las otras dos personas salieran corriendo del local y la dependienta, tras intentar mediar en la misma y ser también agredida, pidiera auxilio.

Remigio García Pérez, uno de los operarios que se encuentran rehabilitando un local enfrente de textil Gómez, explicó a Europa Press Televisión que oyó los gritos de socorro, por lo que no dudó en acudir a la llamada.

"Oímos los gritos de ¡Socorro!, ¡Socorro!. Me vi reflejado y subí corriendo, y vi a un señor dándole con una maza en la cabeza al propietario de la tienda, y a una dependienta. Lo único que hice fue intervenirle el martillo. No hice más hasta que vino la policía", resaltó.

Remigio recordó que el agresor llevaba puesta una barba postiza y una peluca y que su víctima "sangraba a cántaros" por la cabeza. Tras ser alertada la policía, Remigio volvió al trabajo, aunque "ver la sangre" le dejó "fuera de sitio".

Por su parte, la propietaria del local colindante a Textil Gómez recordó que hace unos 30 años el agresor ya le había quemado un turismo a su hermano. "No sé si es que le tiene envidia", añadió.

Tras mostrar su sorpresa por lo ocurrido, resaltó el hecho de que fuera la dependienta la que diera la voz de alarma porque, sino, enfatizó, "igual le hubiera matado".

"Primero pensaron en un robo. Pero yo pensaba ¿A las nueve de la mañana un lunes, qué van a coger de la caja?. ¿Ropa?, ¿a esas horas?, para robar ropa tendrían que venir por la noche, pero no durante el día. Y eso sí que me extrañó que dijeran un robo. Pero ha sido una venganza. Pero la venganza no sé cuál es", concluyó.

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