Sanidad elabora un protocolo para atender de forma "integral, confidencial y coordinada" a víctimas de agresión sexual

Actualizado: lunes, 25 septiembre 2006 15:22

El 26% de las víctimas son menores y con este protocolo recibirán un tratamiento específico

SANTANDER, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno cántabro ha elaborado un Protocolo de atención sanitaria a víctimas de agresiones sexuales para prestar una asistencia "integral, confidencial y coordinada", que atienda tanto a sus "lesiones físicas como a sus heridas psicológicas", en la que "nada quede a la improvisación" y en la que se realice además una "adecuada" recogida de pruebas.

La titular de Sanidad, Charo Quintana, y el director general de Salud Pública, Santiago Rodríguez, presentaron hoy este documento, que será de aplicación fundamentalmente en los servicios de urgencias, que son los responsables de atender estos casos, pero también deberá ser conocido en las unidades de Atención Primaria, por si acuden a sus consultas víctimas de abusos, acosos o agresiones sexuales para demandar atención.

Hasta ahora en Cantabria se aplicaba un protocolo del año 1993 que no ha experimentado ninguna actualización y que tenía "carencias de difusión". Ahora, el nuevo protocolo se ha editado en papel para poder difundirlo entre los profesionales y para facilitar su consulta. En él se actualizan muchas pautas sanitarias y se establece un protocolo específico para menores, que hasta ahora no había en la región.

Con esta herramienta se quiere dar respuesta adecuada a un problema cuya magnitud no se conoce de forma precisa y "permanece todavía en gran medida oculto". De hecho, según indicó Charo Quintana, sólo el 50% de las víctimas lo denuncian. Los datos del Instituto de la Mujer del año 2005 constatan que en toda España se presentaron 7.202 denuncias por acoso, abuso o agresión sexual, mientras que en Cantabria la cifra fue de 94.

En cuanto a las cifras de las atenciones prestadas por nuevas consultas (54) en el Centro de Asistencia e Información a Víctimas de Violencia de Género del Gobierno de Cantabria, evidencian que en un 98% de los casos las víctimas de agresiones sexuales son mujeres y el 26% son menores. Además, en el 44% de los casos la agresión o los abusos han sido reiterados y en el 72% de ellos el agresor era un conocido.

A la vista de estos datos, Quintana consideró "necesario" un protocolo de actuación como el presentado hoy, que es resultado de un trabajo conjunto del Servicio Cántabro de Salud con la Delegación del Gobierno (como responsable de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado), el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), la Dirección General de la Mujer y el Centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales (CAVAS).

Los servicios responsables de su aplicación son los de urgencias y ginecología de Valdecilla, Sierrallana y el hospital de Laredo, además de los servicios de pediatría de Laredo y Valdecilla, en el caso de menores.

ATENCIÓN URGENTE, ADECUADA Y COORDINADA

El documento parte de la filosofía de que las víctimas necesitan una atención "urgente", de forma que se reduzca al "mínimo posible" el tiempo transcurrido entre la agresión y la asistencia. Debe ser asimismo una atención "adecuada", en la que la víctima permanezca "en todo momento acompañada" y reciba el "apoyo de los profesionales en un ambiente acogedor, respetuoso y confidencial".

Recibirá además una atención "integral" de sus lesiones físicas y psicológicas, con medidas para prevenir enfermedades de transmisión sexual o embarazos y con un seguimiento oportuno de las secuelas físicas o psíquicas para abordarlas "cuanto antes".

Todo ello se acompañará también de la correspondiente recogida de pruebas para identificar al agresor o agresores, para lo cual se actuará de forma "coordinada y simultánea" con la Policía, el juzgado de guardia, los especialistas de ginecología o pediatría y los médicos forenses. Con ello se pretende conseguir una "adecuada recogida" de pruebas que evite cualquier pérdida de pruebas, de forma que no se tengan que repetir las exploraciones, ya de por sí "penosas".

El objetivo final del protocolo es que "nada quede a la improvisación" y cada profesional "conozca su papel" y se coordine con los demás "para prestar la mejor atención posible".

Ya se ha difundido entre todos los profesionales afectados, los responsables, las gerencias, los colegios profesionales de médicos y enfermería, el TSJC, Delegación de Gobierno, Dirección General de la Mujer, Consejo de la Mujer y CAVAS. Se han dado además instrucciones a las gerencias para que lo presenten con una sesión clínica para su difusión entre los profesionales.

MENORES

En el caso de los menores, la actuación tiene una complejidad añadida. En los que tienen menos de 13 años se debe pedir autorización a los padres o tutores, pero puede darse el caso de que se esté solicitando permiso al propio agresor, algo que deben de tener en cuenta los profesionales. En cambio, en la franja de 13 a 18 años se puede preguntar directamente a los menores sin pedir autorización paterna.

Una cuestión compleja entre los menores es la detección del abuso o agresión, que sigue siendo "tabú". Además, según indicó la consejera de Sanidad, en muchos casos los abusos a menores "no dejan huella física", porque no llega a haber violación, y hay que detectar los "signos indirectos", como cambios de carácter, de conducta o en el rendimiento escolar. Para ello, los profesionales reciben formación continuada.

MALOS TRATOS

El protocolo de actuación a víctimas de agresiones sexuales se enmarca en el Plan de Salud de las Mujeres y se suma al protocolo de atención sanitaria a víctimas de malos tratos, que ya está en marcha en los servicios de Atención Primaria y Especializada.

Aunque aún no hay datos de su aplicación en lo que va de año, durante la experiencia piloto previa a su extensión por los distintos centros de la región, se preguntó a 1.800 mujeres en las consultas de Atención Primaria si estaban sufriendo malos tratos. De ellas, el 7% respondió afirmativamente la primera vez que se les realizó la pregunta. Se calcula que son "muchas más" las mujeres que sufren malos tratos, pero resulta "llamativo" que, a la primera pregunta, ya lo reconozcan un 7%, indicó Santiago Rodríguez.