El cardenal de Toledo consagra la Diócesis a la misericordia divina con motivo de la festividad de San Ildefonso

Actualizado: martes, 23 enero 2007 14:33

TOLEDO, 23 Ene. (EUROPA PRESS)

El cardenal y arzobispo de Toledo y Primado de España, Antonio Cañizares, consagró hoy la Diócesis de Toledo y España a la misericordia divina, coincidiendo con la celebración de la festividad de San Ildefonso en la capital regional.

Tras la homilía de la Santa Misa celebrada en la Catedral de Toledo con motivo del patrón de la ciudad, monseñor Cañizares realizó esta consagración empleando la misma fórmula usada por el Papa Juan Pablo II en la consagración del mundo que realizó en el Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia.

"Dios, padre misericordioso que has revelado tu amor en tu hijo Jesucristo y lo has derramado por nosotros en el espíritu consolador, te confiamos hoy el destino de la Diócesis de Toledo, de España y de todo hombre, inclínate ante nosotros pecadores, sana nuestra debilidad, vence todo mal, haz que todos los habitantes de esta tierra toledana y de todas las tierras de España experimenten tu misericordia, para que en ti, Dios uno y trino, encuentren siempre la fuente de esperanza. Eterno padre, por la dolorosa pasión y la resurrección de tu hijo, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Amén".

Monseñor Cañizares recordó --con palabras de Juan Pablo II--, que mirando la situación de España, la Unión Europea y el mundo, "sólo existe una fuente de esperanza: la misericordia de Dios". Por ello, coincidiendo con el inicio del año jubilar de San Ildefonso, dijo que en este tiempo en el que el hombre "experimenta el desconcierto ante las múltiples manifestaciones del mal" es necesaria la invocación de la misericordia de Dios.

En su homilía, don Antonio Cañizares destacó la actualidad del mensaje de San Ildefonso y recordó que él "enseña con su vida y su enseñanza, con su testimonio y con su doctrina, que el futuro de España, se quiera o no, está en la fe" y que "no puede estarlo en modo alguno en una cultura de la nada, del vacío, de la libertad sin límites y sin contenido".

La ceremonia, que se realizó siguiendo el rito hispano-mozárabe, estuvo presidida por el cardenal de Toledo, Antonio Cañizares, junto a los obispos auxiliares, Ángel Rubio y Carmelo Borobia, y finalizó con una procesión por todo el templo primado, más extensa que en años anteriores.

A la Santa Misa asistió la Corporación municipal bajo mazas con el alcalde a la cabeza, José Manuel Molina; el vicepresidente segundo del Gobierno autónomo, Emiliano García-Page; la vicerrectora del Campus de Toledo, Evangelina Aranda, y el vicepresidente de la Diputación provincial, Gustavo Figueroa, junto a autoridades militares, civiles y judiciales.

HERENCIA TOLEDANA.

Al finalizar la Eucaristía, Antonio Cañizares firmó una Carta Pastoral, en la que advierte que "la herencia toledana y el rostro que la identifica, se quiera o no, son inseparables de la fe cristiana, de la cristianía que la ha hecho posible".

A su juicio, esta es una verdad histórica "que desgraciadamente tal vez la cultura dominante del momento trata de relegar al olvido y fuerza a ignorarla" y considera que "recuperar esta memoria agradecida resulta indispensable para mirar y dirigir nuestros pasos al futuro, valientemente, sin complejos y con toda decisión".

En su pastoral, monseñor Cañizares constata que "hoy más que nunca la acción de la Iglesia tiene como urgencia prioritaria la pastoral de la santidad", y reseña que "los cristianos no podemos ser la cofradía de los ausentes ante las necesidades y problemas de nuestra sociedad. Los católicos, la Iglesia, podemos y debemos contribuir a la realización humana de la sociedad".

Con este acto se inician oficialmente los actos organizados por el Arzobispado de Toledo para conmemorar los 1.400 años del nacimiento de San Ildefonso, que se desarrollarán durante todo el año y continuarán con la inauguración, esta tarde en el Museo de Santa Cruz, de la exposición "Hispania Gothorum. San Ildefonso y el reino visigodo de Toledo".