CUENCA, 30 Mar. (EUROPA PRESS)
Decenas de vecinos asistieron hoy al entierro del Alfonso y Abel, el niño de ochos años y su padre que ayer murieron ahogados tras caer al Acueducto Tajo-Segura, a su paso por la localidad conquense de Alcázar del Rey. El entierro tuvo lugar en la iglesia parroquial del municipio y la misa estuvo oficiada por cuatro párrocos.
En declaraciones a Europa Press, el primer teniente de alcalde de este municipio, Jesús del Saz, señaló que todo el pueblo se encuentra conmocionado y afirmó que nunca había visto la iglesia tan llena, "todos los bancos estaban llenos, estaba todo el pueblo, la iglesia estaba hasta arriba".
Al entierro asistió toda la Corporación municipal que con su presencia quiso arropar a la madre y mujer de los fallecidos, cuyos familiares, según indicó el primer teniente de alcalde, "eran de toda la vida del pueblo". Asimismo, recordó que el Ayuntamiento ha decidido decretar 10 días de luto.
El niño de ocho años, identificado como Alfonso Y.L, se precipitó anoche al Acueducto cuando perseguía a su perro en compañía de otros dos amigos, quedando enganchado en una cadena, razón por la que no le arrastró la corriente. Al percatarse de lo sucedido, uno de sus amigos corrió hasta el citado pueblo para alertar de lo sucedido, mientras el otro permanecía en el lugar.
Entre los primeros en llegar al lugar se encontraba el padre del menor, Abel Y.R, de 44 años, que al ver a su hijo en el agua se arrojó al río en un intento desesperado por rescatarle. No obstante, en ese momento, el niño se desenganchó de la cadena y fue arrastrado por la corriente junto a su padre.