Jordi Sevilla ve "imprescindible" reformar el Senado para que funcione "bien" un estado autonómico "a medio hacer"

Actualizado: martes, 10 noviembre 2009 21:23

Aconseja un pacto en que el Gobierno asuma que las CCAA "son Estado" y éstas reconozcan al Gobierno central sus tareas constitucionales

TOLEDO, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

El ex ministro de Administraciones Públicas y ex diputado del PSOE, Jordi Sevilla, consideró hoy "imprescindible" seguir adelante con algunas reformas institucionales como la reforma del Senado, para que el Estado autonómico, "a medio hacer", funcione "bien". Además, aseguró que hace falta un pacto en el que el Gobierno reconozca que las comunidades autónomas "son estado", y en donde éstas reconozcan al Ejecutivo sus tareas constitucionales.

Sevilla hizo estas apreciaciones en Toledo durante la presentación del libro 'Vertebrando España. El Estado autonómico', escrito por José María Vidal, Cristina Elías y el ex ministro. El acto estuvo presidido por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y a él se acercaron diversas personalidades políticas como el consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón; el delegado del Gobierno, Máximo Díaz-Cano; o el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page.

Sevilla centró su discurso en reflexionar sobre lo ocurrido la legislatura pasada con el debate territorial y las reformas estatuarias. En este sentido, quiso dejar claro que "España sigue como Estado autonómico a medio hacer", y por ello "hay que seguir hablando de debate territorial". Además, incidió en que a pesar de que casi todo el mundo coincide en que la España de las autonomías es uno de los grandes éxitos del desarrollo constitucional, "nos hemos quedado a medias".

A su juicio, "necesitamos encontrar, además de qué es lo tuyo y qué es lo mío, espacios de encuentros" puesto que "cada vez más las sociedades modernas se enfrentan a retos que ninguna administración sola puede hacerles frente", como el cambio climático. "Es evidente que cuando viene la gripe A ninguna administración sola puede hacerle frente. Si eso es así de claro ¿por qué no lo es para la crisis económica?", se preguntó Sevilla.

Igualmente, explicó que la legislatura pasada fue un intento de dar respuesta y resolver un "encaje" entre las 17 comunidades autónomas a la nueva realidad de un estado autonómico donde el grueso de competencias se había descentralizado.

A su entender, es necesario abordar un segundo paso: revisar algunas competencias y crear espacios de encuentros. Asimismo, recordó que durante la legislatura pasada se planteó la reforma del Senado y se puso en marcha la conferencia de presidentes. "Fue un intento de mejorar el funcionamiento del estado autonómico que tenemos", dijo.

Así, lamentó que durante la legislatura pasada hubiera la sensación de que el Gobierno iba "al calor de los acontecimientos" y de que "vendíamos España a trozitos para comprar votos". Esto es "falso", apuntó Sevilla, quien manifestó que "esto no se corresponde con la realidad". En este contexto, explicó que se estableció un itinerario con unas pautas y unos ritmos que se cumplieron "bastante a rajatabla", recordando que se reformaron algunos estatutos con "consenso y con respeto a la Constitución".

Para Sevilla, "deberíamos tener una visión más optimista de lo que representó el debate territorial en la legislatura pasada", puesto que, insistió, hubo un plan que reforzó la soberanía nacional. Sin embargo, para el ex ministro "nos hemos quedado todavía a medio hacer" y por ello indicó que hace falta un pacto en que el Gobierno reconozca que las comunidades autónomas "son Estado", y las autonomías, "una vez que han cumplido la mayoría de edad", reconozcan al Gobierno central sus tareas constitucionales.

NACIONALISMOS

También hizo alusión a la primera conferencia de presidentes y aseguró que siente "sonrojo" cuando piensa que "tardamos 30 años en hacer esa foto" que "algunos criticaron". "Sigo creyendo que, aunque no esté de moda, es imprescindible una reforma del Senado". En otro orden de cosas, también hizo hincapié en que los nacionalismos hegemónicos ya no gobiernan y que los nacionalismos más radicales "vienen de una manera u otra cooperando en el Parlamento en la gobernación de España".

Por último, el ex ministro reconoció que la única vez que le han increpado por la calle fue por un tema: el Estatuto de Cataluña, tanto en Madrid como en Barcelona.

"Vivimos un divorcio tremendo al que no contribuyó el principal partido de la oposición, que pudo pactar la reforma del Estatut como pactó todas las demás reformas y no quiso, quizá porque entendió que en términos electorales no le resultaba conveniente". Asimismo, deseó que el nuevo debate territorial sea un "poquito más tranquilo que el que tuvimos la legislatura pasada".