Sucesos.- Ayuntamiento de Talavera (Toledo) estudia sufragar los gastos de repatriación de la mujer ecuatoriana muerta

TALAVERA (TOLEDO), 18 (EUROPA PRESS)

El alcalde de Talavera de la Reina, José Francisco Rivas, aseguró hoy que el Consistorio "va a estudiar la posibilidad de sufragar los gastos de repatriación del cadáver" de la mujer ecuatoriana fallecida ayer, presuntamente a manos de su ex pareja, en la ciudad.

Tras celebrar un minuto de silencio por el fallecimiento de Nancy Díaz, frente a las puertas del Ayuntamiento, Rivas pidió que caiga todo el peso de la ley y la justicia sobre el agresor que acabó con la vida de esta mujer, que fue encontrada muerta en su apartamento de Talavera.

"No debe haber contemplaciones sobre este asesino", señaló en declaraciones a los medios el primer edil, quien agregó que con este suceso que ha conmovido a todos "estamos viviendo un momento dramático".

Además, anunció la convocatoria de una reunión entre integrantes de la policía nacional, local responsables del centro asesor de la mujer y la representante de la unidad de violencia de género en Castilla-La Mancha, para seguir un protocolo, acordado por la Federación Española de Municipios y Provincias, cuando se produzcan sucesos de este tipo.

Rivas lamentó que "todavía pueda haber hombres que consideran a la mujer, esposa o compañera, tan propia como para quitarles la vida, esto es algo despreciable, traducido en un crimen tan brutal, como es este que acaba de ocurrir", apostilló.

El primer edil recordó que en Talavera "se está actuando en torno a la violencia de género, a través e varias iniciativas formativas" y, en ese punto, subrayó que la fallecida utilizaba los servicios del centro asesor de la mujer, "donde recibió ayuda y asesoramiento legal para que la situación por la que atravesaba fuera reconducida".

La joven ecuatoriana, de 25 años de edad, falleció apuñalada presuntamente a manos de su compañero sentimental, D.H.G.LL., de 27 años de edad, ayer en Talavera de la Reina (Toledo), en el domicilio situado en el número 59 de la Avenida de Pío XII.

La pareja de nacionalidad ecuatoriana tenía dos hijos y sobre el presunto asesino, pesaba una orden de alejamiento.