La Fundación del Patrimonio promueve una investigación sobre la construcción con bloques de tierra comprimida

INFORMACIÓN FUNDACIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO
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Actualizado: martes, 25 enero 2011 10:29

VALLADOLID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Fundación del Patrimonio Histórico ha financiado una investigación que propone diversificar y mejorar las técnicas de fabricación de bloques de tierra comprimida para adaptarse "con eficacia" a las necesidades de cada construcción o a la restauración de edificios levantados con este material.

Según ha recordado la Fundación del Patrimonio Histórico en un comunicado recogido por Europa Press, los bloques de tierra comprimida son una nueva forma de trabajar heredera de la tradicional construcción con tapial, "tan común en zonas de Castilla y León como la comarca de Tierra de Campos y también en otros lugares, especialmente en Asia, desde los zigurat mesopotámicos hasta la actualidad".

Las mismas fuentes han recordado que La Alhambra de Granada está construida en su mayor parte con cajones de tapial y han precisado que en la actualidad hay arquitectos en Estados Unidos que están usando bloques de tierra comprimida (BTC) para recuperar los valores de la arquitectura tradicional en convivencia con la experimentación contemporánea.

Para la Fundación del Patrimonio Histórico, además de recuperar la tradición, con el apoyo de la tecnología actual, la construcción con tierra tiene la ventaja de disponer siempre en todo lugar de "un material que hace la construcción sostenible y no requiere transporte de larga distancia, ni cocción, ni mano de obra especializada y cumple todas las normas de salubridad, resistencia mecánica y térmica y ahorro energético".

EMINENTEMENTE PRÁCTICO

El estudio de David Muñoz, financiado por la Fundación del Patrimonio Histórico, es el primero sobre este nuevo material. La investigación concluye que la dirección en que se comprimen los bloques es determinante. Así, si se aplica desde arriba hacia abajo, en vertical, "el bloque resultante soportará una mayor carga de peso" mientras que si se aplica en horizontal, "la cara que la recibe será más resistente a la humedad".

Se han examinado, así mismo, distintos tipos de revestimientos y comprobado que, tras un año a la intemperie, el mortero de barro ofrece mejores resultados que la cal, el cemento y otras mezclas.

El investigador propone que los bloques se fabriquen con una técnica que los raye, "de modo que se facilite la adhesión del revestimiento cuando tenga que aplicarse y evite tener que ir abriendo ranuras en sus caras en el momento de construir con ellos".

Según esta investigación, para compensar la permeabilidad de la tierra ha de aplicarse una sustancia hidrofugante y reaplicarla en todo en conjunto cada vez que sufra un deterioro. "Esto es necesario porque esta sustancia (silicato potásico) impide la entrada de agua pero, si cede y la humedad llega a penetrar, impide también su salida", concluye este estudio.

CAMPO EXPERIMENTAL

Esta investigación parte de un experimento que ha medido el grado de erosión de nueve muros de adobe, como consecuencia de la exposición intensa al agua con distintos recubrimientos durante un año. Los muros se colocaron en círculo en el jardín de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de Valladolid y un aspersor fue mojándolos por igual desde el centro.

El objetivo era determinar qué capacidad de resistencia ofrecía cada muro, según el recubrimiento, a la intemperie. Los muros se construyeron con bloques de tierra compactada, totalmente ecológicos, sin ningún aditivo.

El estudio incluyó también la reconstrucción de muros de tapial de la iglesia de San Nicolás de Bari, en Sinovas, Burgos, experimentando con piezas de formato medio de tierra compactada.

El trabajo ha sido posible a través de una de las Becas de Investigación sobre Patrimonio Cultural que cada año financia la Fundación del Patrimonio Histórico para fomentar un conocimiento más profundo y científico del legado cultural castellanoleonés.

El arquitecto David Muñoz logró el apoyo de la Fundación en la convocatoria 2008-2010 para su investigación sobre 'Técnicas de caracterización de fábricas de tierra mediante ensayos no destructivos y propuestas de actuación para su conservación'. La empresa Cabero, que cada año respalda una de estas becas, eligió también apoyar este trabajo.