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Litografías, figuras, dibujos y jarrones arropan la sala 6 del Museo Patio Herreriano en el marco de la exposición 'Ánfora, grotesco, armazón, maniquí', un diálogo entre las obras de Ángel Ferrant y Ballester Moreno sobre el arte y la pedagogía. - EUROPA PRESS
VALLADOLID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un diálogo entre las iconografías de Antonio Ballester y los juegos de piezas de cartón, esculturas y dibujos de Ángel Ferrant, acompañados de trabajos creativos realizados por niños en talleres, elimina las "fronteras" del arte desde la pedagogía y reivindica la "democratización del arte", el punto en común entre ambos artistas que entendían este actividad como un forma de explotar la "mirada" de cada persona.
La muestra 'Ánfora, grotesco, armazón, maniquí', que arropará la sala 6 y 7 del museo Patio Herreriano de Valladolid hasta el 16 de febrero de 2020, destaca el uso del arte contemporáneo como herramienta educativa y cuenta con piezas del Archivo Ferrant que forma parte de la Colección Arte Contemporáneo de la pinacoteca.
Un friso de dibujos realizados por Ballester (Madrid, 1977) abre esta exhibición que prosigue con una vitrina que contiene cuatro de los once juegos de pequeñas piezas de cartón, que se dividen entre patrones geométricos básicos y otras formas más "caprichosas", que Ferrant (Madrid, 1890-1961) diseñó en 1935 bajo el título de 'Arsíntes', la suma de arte y síntesis.
'Ánfora', 'Grotesco', 'Armazón' y 'Maniquí' son los títulos de los cuatro juegos que acoge la exposición y, además, dan nombre a la misma, e invitan de nuevo a "abrir nuevos caminos" en la enseñanza artística, lo mismo que evocan los trabajos, figuras o collages, elaborados por niños en talleres puestos en marcha por Ballester para compartir la "inquietud crítica y social" de la que le empapó el propio Ferrant.
Los dibujos basados en las formas de estos juegos y las litografías y pinturas de Ballester, que parten de formas básicas y evocan elementos de la naturaleza como el sol, la lluvia, la noche y el día para narrar la "creación de vida", cubren los muros largos de la sala 6, donde se encuentra el "núcleo central de la muestra".
Así, grandes volúmenes de madera, construidos en base a modelo del 'Arsíntes' por un carpintero vallisoletano, se dividen entre vitrinas que contienen documentación del Archivo Ferrant y peanas sobre las que se alzan, por un lado, los 'Objetos Hallados' por Ángel Ferrant en playas gallegas en 1945 y, por otro, un conjunto de objetos de variada naturaleza realizados por niños y adultos de distintos colectivos y países en los talleres organizados por Ballester.
Entre estas estatuillas se pueden ver coches de madera, figuras de barro, barquitos de vela o animales, mientras en otras vitrinas se observan jarrones y otros barros policromados, todo ello como el objetivo de "fortalecer" el potencial creativo de las personas y eliminar el "elitismo" en el arte, según ha explicado el director del museo, Javier Hontoria.