SALAMANCA 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a un hombre de 40 años por maltratar y vejar al hijo de su pareja, menor de edad, aunque ha sido absuelto de abuso sexual y exhibicionismo, delitos de los que estaba también acusado.
El fallo le considera autor de dos delitos de maltrato y recoge una pena de diez meses de prisión por cada uno de ellos, prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 250 metros durante dos años, su domicilio, lugar de estudios o cualquier otro frecuentado por éste y de comunicación con él por cualquier medio, junto con localización permanente por espacio de 25 días y la prohibición también por seis meses de aproximación al niño por un delito leve continuado de vejaciones injustas.
Se considera probado que el encausado estaba casado con una mujer con la que convivía, además de con la hija de ambos, nacida en 2020, y con el hijo de ella de una relación anterior, nacido en 2013. Durante la convivencia, el hombre tenía por costumbre caminar desnudo en el hogar común cuando se disponía a ducharse y lo hacía, normalmente, junto con el hijo de su mujer.
A lo largo de los meses de mayo y junio de 2022, en alguna ocasión cuando el acusado estaba desnudo para ir a tomar una ducha, pasó junto a la hija común mostrando su pene. También se considera probado que a lo largo del año 2021 y hasta junio de 2022, en alguna ocasión cuando el acusado se hallaba desnudo para ir a tomar una ducha junto con el hijo de su mujer, dirigía al menor expresiones tales como "mira que pichón tengo yo y mira que pitilín tienes tú" y otras similares, a la vez que se tocaba el pene delante del menor, haciendo bromas sobre la comparación.
También se entiende acreditado en el fallo de la Audiencia salmantina que el acusado, con el fin de corregir algún comportamiento del niño, le agarró del cuello y le alzó del suelo, sin que conste que le causase lesiones. En otra ocasión le asestó un golpe en la parte alta de la espalda con la mano, sin que conste tampoco que le infligiese lesiones, y alguna vez le dijo "eres un inútil, no vales para nada, no vales ni para vender tuercas, no vas a ser nadie en la vida" y otras frases similares.
La víctima explicó que convivía con el condenado desde que tenía seis años y le llamaba 'papá', si bien apuntó que cuando nació su hermana las cosas cambiaron pues el acusado le hacía menos caso y se enfadaba cuando ellos discutían como hermanos.
El menor aseguró que el acusado le insultaba y llegó a pegarle, como el día que accidentalmente cayó encima de su hermana, cuando tenía un año y medio, y el el condenado le empujó o el día que le dio un guantazo en la espalda por hacerle algo a su hermana. También le pegaba con el mando de la televisión, y una vez le agarró del cuello y le subió en el aire, unos centímetros, con una mano mientras su madre estaba durmiendo a su hermana.
Los peritos consultados, según aparece recogido en la sentencia, certificaron que si bien el niño estaba frustrado porque el acusado había dejado de portarse bien con él hasta el nacimiento de su hermana pequeña, el menor era congruente en el núcleo de lo declarado.