LEÓN, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un recluso del Centro Penitenciario de León, cuya identidad corresponde a las iniciales J.S.S.O, agredió hoy a cuatro funcionarios a quienes causó lesiones de diversa consideración que en uno de los casos tuvo que requerir el traslado a un centro de salud.
Los hechos sucedieron a las 09.40 horas, cuando el interno se negó a cumplir la orden de los funcionarios para que abandonase el pasillo de entrada del módulo y así poder continuar con el reparto de medicación.
A la vez que manifestaba su negativa, amenazÓ a los trabajadores con "liarla gorda" e introdujo la mano por una ventanilla para golpear a uno de los funcionarios, según informaron a Europa Press fuentes de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip).
Ante estos hechos, los trabajadores se dirigieron al pasillo y le ordenaron que les acompañase al departamento de aislamiento. El interno obedeció en principio, pero luego, cuando se dirigían hacia el mencionado departamento se abalanzó sorpresivamente sobre ellos para propinarles puntapiés y puñetazos, además de proferir insultos y amenazas contra los mismos.
El citado recluso continuó con esta misma actitud en el departamento de aislamiento, donde permanece en estos momentos.
Como consecuencia de los hechos, cuatro funcionarios sufrieron lesiones de diversa consideración, motivo por el cual algunos de ellos tuvieron que ser atendidos en la enfermería del Centro Penitenciario y uno de ellos fue posteriormente trasladado a un centro de salud a efectos de que se le realizasen pruebas para comprobar el alcance de las lesiones sufridas.
LA SITUACIÓN "MÁS DELICADA" DE LA HISTORIA
Para Acaip, estos hechos confirman las razones por las que hace una semana funcionarios de toda España se manifestaron en Madrid contra la política penitenciaria de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dado que la situación por la que atraviesa el sector es "una de las más delicadas de la historia".
Al respecto, concretó que las prisiones se encuentran con una de las ratios de internos-población general más alta de Europa, tasas de masificación elevadísimas, nuevas formas de delincuencia "cada vez más organizadas y peligrosas" que se unen a las ya existentes, un número de internos extranjeros que supera la tercera parte del total y una creación de infraestructuras que avanza a un ritmo más lento que el de la población reclusa real.
En este contexto, señaló que "nadie toma medidas" ante el incremento de agresiones que sufren los trabajadores penitenciarios en sus centros de trabajo.
"EL MEDIO MÁS DURO"
Asimismo, el sindicato sostiene que estos hechos corroboran que los funcionarios de Instituciones Penitenciarias trabajan en "el medio más duro que pueda existir" en cualquier administración, dado que desempeñan su labor con personas con problemas, en ocasiones graves y que no se solucionan con el ingreso en prisión, sino que, en ocasiones, se recrudecen, por lo que es necesario estar en vigilia permanente dado que en un centro penitenciario puede surgir un problema en cualquier momento.
Concretamente, el Centro Penitenciario de León alberga en la actualidad 1.636 reclusos, 628 más de su capacidad, lo que supone una ocupación del 162 por ciento y en alguno de los módulos alcanza el 190 por ciento.
