VALLADOLID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Confederación Vallisoletana de Empresarios, Manuel Soler, ha cifrado en unos 40 millones de euros el coste que puede tener en la provincia de Valladolid la huelga general del 29 de septiembre si tiene éxito mientras que ha defendido el derecho de los trabajadores a acudir a su puesto de trabajo si no quieren secundar la protesta.
En este sentido, en declaraciones recogidas por Europa Press, Soler ha incidido en que la huelga general será "echar sal en la herida de la crisis" ya que la protesta "no va a facilitar la creación de empleo".
"El empleo viene de la inversión privada, de quien compra un camión o un coche para hacerlo taxi", ha añadido, mientras que ha defendido la "función social" del empresario que "crea puestos de trabajo" de tal manera que "no genere pérdidas".
Así, durante un desayuno informativo con los medios de comunicación, el presidente de la CVE ha indicado que el futuro "depende de la confianza" y la huelga general "va a limitar la confianza de pequeños emprendedores que están pensando en hacer alguna inversión". "Todo eso va a desaparecer", ha insistido.
De este modo, Soler ha mostrado su rechazo a la convocatoria de la huelga a pesar de que tanto empresarios como trabajadores "están sufriendo" con la crisis económica desde hace más de tres años, "un periodo largo".
Asimismo, ha asegurado que la CVE quería reunirse con el subdelegado del Gobierno, Cecilio Vadillo, con el que tenían una reunión prevista para el día 22 de septiembre, aunque ha sido cancelada.
En concreto, la Confederación pedirá a Cecilio Vadillo que "quien tiene la autoridad" permita que se respete el derecho constitucional de los trabajadores de secundar la huelga pero también el de acudir a su puesto de trabajo.
LEY DE HUELGA
Al respecto, Manuel Soler ha reclamado una Ley de Huelga, que "ninguno de los partidos hegemónicos ha querido tratar" y que permitiría "delimitar las responsabilidades de los convocantes de las protestas.
Los empresarios también mantendrán una reunión con representantes de la Policía Municipal para que "todo vaya con normalidad" y para que los piquetes "sean fundamentalmente informativos y no haya coacción".
Precisamente, al respecto, Soler ha pedido a los empresarios que utilicen las nuevas tecnologías "por si hay actuaciones que no se ajustan a la ley" y, así, "se tome testimonio gráfico" y se graben vídeos.
De este modo, la CVE pondrá en marcha un portal web, un correo electrónico y una línea telefónica 900 para recibir este material gráfico y publicarlo y así, a través de una comisión de coordinación, "ofrecer una información permanente y constante".
"Si se encuentran con problemas, que hagan las denuncias, que nosotros estamos aquí para ayudarlos", ha señalado a los empresarios, mientras que ha deseado que "no haya complicaciones", aunque la experiencia "indica que los piquetes se van a situar" en las entradas a los polígonos o en los transportes públicos.
CIERRE PATRONAL
Además, Soler ha indicado que "hay casos" en los que los empresarios se ven "obligados" a un "cierre patronal" si se encuentran ante "peligros o dificultades" y en los que "los efectos son los mismos que si los trabajadores hubieran ido voluntariamente a la huelga".
En concreto, el presidente de la CVE ha recordado que los trabajadores que secunden voluntariamente la huelga se encontrarán en una situación especial en la Seguridad Social y sufrirán el descuento de esa jornada en sus nóminas.
Por otra parte, Soler ha criticado las declaraciones "altisonantes" de algunos responsables de sindicatos que acusan de "coacciones a los trabajadores". "Si las hay, que se denuncie", ha señalado.
En este sentido, ha agradecido a los sindicatos "los oficios que hicieron en los tiempos del cólera, antes de 1975" aunque les ha pedido que "se replanteen qué hacer y se sitúen en el mundo presente" pues la huelga general "retrotrae a la Revolución Bolchevique".
Finalmente, sobre la actuación de los piquetes, Soler ha recordado la huelga general del 14 de diciembre de 1988 contra el Gobierno del socialista Felipe González en la que los sindicalistas cortaron la emisión de TVE, algo que fue "histórico". "Hay que decirles: chapeau", ha sentenciado.