Instalados 115 sensores de forma pionera en Magaña para prevenir incendios

Guzón, Hernández, Ruiz y Magide presentan unos sensores pioneros para detectar incendios.
Guzón, Hernández, Ruiz y Magide presentan unos sensores pioneros para detectar incendios. - EUROPA PRESS
Publicado: martes, 15 abril 2025 13:40

   SORIA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

   La Mancomunidad de Tierras Altas de Soria, dentro de su Plan de Sostenibilidad Turística, ha instalado de forma pionera 115 sensores en la Dehesa de Magaña, en un espacio de 122 hectáreas, lo que supone un detector por hectárea, con el fin de prevenir incendios y recopilar datos.

   Cuando detecta un incendio envía tres correos electrónicos y los responsables lo corroboran antes de ponerse en contacto con los agentes ambientales para que se acerquen a la zona.

   El presidente de la Mancomunidad de Tierras Altas, José Ramón Ruiz, el jefe de Servicio de Talher, Héctor Hernández, la responsable de comunicación de la empresa medioambiental, Ana Isabel Magide, y el jefe de producto de Stihl, David Guzón, han participado en el acto público. UNO POR HECTÁREA.

   La ubicación de los sensores en Tierras Altas se ha definido priorizando áreas de alta afluencia, como el sendero GR-86, tierras de labor y puntos de valor ecológico, como un roble centenario, como ha señalado el presidente de la Mancomunidad de Tierras Altas, José Ramón Ruiz.

   Asimismo, ha incidido en que el objetivo es preservar este espacio natural monitorizando sus puntos clave, aunque ha apostado por seguir ampliando el área ya que apenas se ha instalado en una zona de 122 hectáreas de las 70.000 con las que cuenta Tierras Altas.

   El presupuesto ronda los 35.000 euros Ramón Ruiz ha recordado que se pensó en este proyecto desde la Mancomunidad de Tierras Altas, dentro del Plan de Sostenibilidad Turística 'La Huella de la Trashumancia', para mejoras medioambientales, con fondos procedentes de Europa, con el objetivo de "contribuir a la adaptación al cambio climático y a la detección temprana de desastres naturales".

INFORMACIÓN.

   Unos dispositivos que monitorizan en tiempo real parámetros clave como la temperatura, los niveles de monóxido de carbono y el estado de la vegetación.

   Los dispositivos se alimentan de energía solar y operan de manera autónoma para detectar un fuego en menos de una hora, "una ventaja crucial frente a sistemas tradicionales como cámaras o satélites, que pueden tardar hasta tres horas", como ha señalado Héctor Hernández. Su vida útil es de unos diez años.

    Además de detectar incendios, son capaces de recoger una gran cantidad de datos que permitirán, con el tiempo, analizar la evolución del monte en un contexto de cambio global. Así, recogen la temperatura, presión, calidad del aire, salud de la vegetación y porcentaje de la batería, que ofrecerán una radiografía de cómo afecta el cambio climático al ecosistema.

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