Muralla prerromana actualmente en la Cuesta de Carvajal
EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 26 agosto 2017 14:05

   SALAMANCA, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Salamanca es patrimonio por sus cuatro costados, una ciudad monumental que recibe cada día la llegada de miles de turistas que no quedan impasibles ante su Plaza Mayor, su fachada plateresca de la Universidad, sus dos catedrales, su Casa de las Conchas o su sinfin de iglesias.

   Su imagen de piedra dorada, un color característico de las próximas canteras de Villamayor que sirvieron para abastecer sus construcciones, podría haber sido todavía más impactante si la Guerra de la Independencia no hubiese devastado no pocos parajes arquitectónicos de primer nivel, especialmente en la zona del Botánico.

   No obstante, Salamanca ha querido resguardarse de esos ataques y de otros a lo largo de la historia, por eso fue protegida desde tiempos inmemoriales con una muralla que, en parte, sigue estando presente en distintos puntos de la ciudad.

   Ya, en la primera Edad de Hierro, en el siglo VII a. C., Salamanca contó con la cerca defensiva del Cerro de San Vicente, en la zona donde se establecieron los primeros asentamientos. Fue en lo alto de la colina, junto al río Tormes, donde sus primeros pobladores decidieron quedarse.

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