PALENCIA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un técnico de Adif afirmó hoy durante la segunda sesión del juicio por el descarrilamiento de un tren en Villada (Palencia) en agosto de 2006 que la caja negra recoge las dos pulsaciones que realizó el maquinista para confirmar que había reconocido las señales de aviso.
El técnico, que declaró como testigo, coincidió en su versión con la del jefe del centro de control de León, que ayer afirmó que si el maquinista no hubiera pulsado el botón, el tren se hubiera parado por sí solo.
El testigo de hoy señaló además que todos los datos que se recogen en la caja negra son "hechos que se han producido", negando la posibilidad sugerida por el maquinista y único imputado por el accidente de que un falló técnico provocara que se reflejaran dichas pulsaciones.
De la misma forma, el técnico confirmó que "no se pueden manipular" los datos que quedan registrados en la caja negra, aunque reconoció que puede haber casos en los que "no se registren todos los datos".
La segunda sesión de la vista oral también acogió la declaración de una de las víctimas del accidente, una mujer que viajaba en el primer vagón del tren que ha sufrido tres operaciones quirúrgicas y a la que le han quedado secuelas físicas, además de precisar tratamiento psiquiátrico.
La mujer explicó también que, como consecuencia del accidente, perdió la posibilidad de ser contratada en un puesto de trabajo por culpa de las lesiones físicas sufridas.
