Doce de los catorce encausados por la trama de préstamos bucodentales pactan condenas que suman 17,5 años de cárcel. - EUROPA PRESS
VALLADOLID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
Doce de las catorce personas encausadas por la denominada trama de préstamos fraudulentos para tratamientos bucodentales, cuyo juicio se ha iniciado este lunes en la Audiencia de Valladolid, se han conformado ya con un conjunto de condenas que suman diecisiete años y medio de prisión, con lo que la causa prosigue contra dos de los presuntos implicados, en concreto contra una empleada del Deutsche Bank, Carmen C.P, y otro de los acusados no confesos, Darwin R, quienes han rechazado cualquier pacto y siguen expuestos a condenas de cinco y dos años y medio de privación de libertad, respectivamente.
Entre los acusados que han sellado una condena de conformidad, tras el acuerdo alcanzado con la fiscal del caso y las entidades perjudicadas, Deutsche Bank y Caja Rural de Zamora, figura el conocido empresario dental Rubén A.R, quien ya acumula en su haber condenas que suman más de 22 años de cárcel por el denominado crimen de La Circular, del que fue el ideólogo, así como por liderar una banda dedicada al robo a punta de pistola de vehículos para luego revenderlos.
En el caso de Rubén, que ha llegado a la Audiencia de Valladolid esposado procedente de la cárcel, al igual que otros dos de los encausados, el empresario ha asumido una condena de tres años y medio de cárcel y una multa de 540 euros por un delito de estafa en concurso con otro de falsedad en documento privado--su responsabilidad civil se concretará en ejecución de sentencia--, mientras que Jonathan C.G, Melanio V.R, Alexis J.P. y Adrián E.T, se han conformado cada uno con veintidós meses de privación de libertad.
Por su parte, Francisco García R. ha sido condenado a nueves meses de prisión--se le aplica la atenuante de reparación del daño al haber abonado 12.000 euros--y los también encausados Miguel Ángel M.C, Pablo Andrés B.R, Juan Antonio A.A, Esther E.J. y José Alejandro P.V. se han conformado con un año de cárcel cada uno de ellos, según los distintos acuerdos recogidos por Europa Press.
UN ABOGADO SIN ACUSADO Y UN ACUSADO SIN ABOGADO
La anécdota de la jornada se ha producido cuando una de las defensoras ha acudido al juicio sin su cliente y otro de los acusados se ha personado sin su asistencia letrada, en el primer caso porque el estafador confeso Adrián E.T. aún no había cogido el tren que le tenía que trasladar desde Alicante hasta la capital del Pisuerga--habrá de ratificar el acuerdo en la jornada de este martes--y en el segundo caso porque la abogada de José Alejandro P.V, quien figuraba en busca y captura, había optado por no hacer acto de presencia en sala convencida, de forma errónea, de que su defendido se mantendría en ignorado paradero.
La vista, por tanto, ha tenido que ser suspendida momentáneamente con el fin de que la letrada de José Alejandro acudiera al tribunal para oficializar la conformidad de su cliente, trámite a partir del cual el juicio ha proseguido contra Darwin R. y la gestora del Deutsch Bank Carmen C.P, a la que tan solo acusa la fiscal del caso ya que la entidad para la que trabajaba no dirige contra ella acción alguna y la otra acusación particular, Caja Rural de Zamora, tampoco la responsabiliza de la estafa.
Además, el letrado defensor de Carmen C.P, en fase de cuestiones previas, ha solicitado del tribunal la declaración de nulidad de la causa desde el auto de incoación de diligencias al entender que durante la fase de instrucción se habían vulnerado el derecho a la intimidad y secreto de las comunicaciones, el derecho a la tutela judicial efectiva y, además, al considerar que "la investigación se ha desarrollado prácticamente caducada".
Y es que el defensor entiende que la causa parte del encargo que el Juzgado de Instrucción número 4, en 2018, realizó a la Brigada de Delincuencia Económica para que investigara un chat entre el principal inculpado en esta estafa, Rubén A.R, y la empleada del Deutsche Bank que salió a relucir "de forma casual" en el marco de las pesquisas abiertas contra una banda dedicada al robo de vehículos que lideraba el primero de los citados y que, a la postre, concluyó con su condena a casi once años de prisión.
A PARTIR DE UN 'CHAT' ENTRE RUBÉN Y CARMEN
Las investigaciones llevaron a la empleada bancaria y también al resto de los implicados en la estafa, cuyos datos bancarios fueron obtenidos, según el defensor de la acusada, "de forma ilícita". En este sentido, el abogado ha hecho referencia a una sentencia de este mismo tribunal que en la 'macrocausa' de las multiestafas celebrada en la Feria de Valladolid contra cerca de setenta encausados se saldó finalmente con un fallo absolutorio para todos por idéntico motivo, algo que ahora, en caso de ser finalmente atendido, sostiene que afectaría no sólo a su clienta sino también al resto de los acusados, conformados y no conformados.
Los hechos objeto de la presente causa consideran probado que Rubén A.R, a través de la mercantil Famalro SL, de la clínica dental 'Rubaldent', y Carmen C, gestora de Deutsche Bank, junto con otra persona no identificada que actuaba como captador, se concertaron para, movidos por el deseo de procurarse un beneficio económico, captar y facilitar la concesión de préstamos para la financiación de supuestos tratamientos dentales en la clínica mencionada.
Para ello, después de captar a personas que generalmente se encontraban en la indigencia económica, antes de que les fuera concedido un préstamos, los acusados elaboraban un respaldo documental inventado o alterado--nóminas y la declaración de la renta--que aparentaba la solvencia necesaria para que el Departamento de Riesgos de Deutsche Bank aprobara la operación.
Acto seguido, siempre según la acusación pública, los acusados y el prestatario del dinero concedido se repartían el dinero, momento a partir del cual la persona captada se declaraba insolvente y el préstamo quedaba impagado. A tal efecto, además de la contratación del préstamo personal se incluía y contrataba un seguro para el caso de que el prestatario perdiera su trabajo, al objeto de conseguir que toda la trama expuesta pasara desapercibida.