Asegura que los Mossos ejercieron violencia "desmesurada y gratuita" al usar gas pimienta
BARCELONA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una cincuentena de personas ha apoyado este martes frente a la Ciutat de la Justícia de Barcelona a Ignasi, el socio de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) investigado por un delito de desobediencia por intentar sobrepasar el cordón policial el 8 de agosto de 2024 tras la concentración de apoyo por el regreso del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont a Catalunya.
Al grito de "no estás solo" los asistentes a esta concentración, convocada por la ANC, Hi Som, CDR Catalunya-Desobediència Civil y Alerta Solidària, lo ha arropado hasta su entrada en la Ciutat de la Justicia, donde ha sido citado a declarar a las 13.30 por el titular del Juzgado de Instrucción 14.
Antes de entrar a declarar acompañado por el abogado de Alerta Solidària, Xavier Monge, Ignasi ha explicado que el 8 de agosto fue a recibir y defender al expresidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, y que, después de que desapareciera, en sus palabras, un grupo de unas 2.500 personas se dirigieron hacia el parque de la Ciutadella "a la que los Mossos denominan la puerta 6".
Según él, la intención del grupo era llegar frente el Palau de la Generalitat --donde se celebraba la investidura de Salvador Illa--, "como siempre se ha hecho en todas las investiduras", pero se encontraron con un fuerte cordón policial de Mossos y los agentes les rociaron con gas pimienta para dispersarlos.
PIDE LA DIMISIÓN DE TRAPERO
"Nos empezaron a gasear indiscriminadamente, fue una brutalidad, una inmundicia, la gente se caía al suelo, gente de avanzada edad y, mientras caían, muchos consiguieron entrar al parque y los Mossos los remataban pegándoles con sus defensas", ha relatado Ignasi, que ha dicho que hacía tiempo que no veía una cosa tan bestia, textualmente.
Posteriormente, los Mossos identificaron a 19 personas --entre las que se encontraba Ignasi-- a las que acusaron de haber roto el cordón policial, pero asegura que los dejaron ir, sin llegar a detenerlos, y que después abrieron todas las puertas del parque, de forma que la gente pudo llegar frente al Palau de la Generalitat.
Considera que la violencia ejercida ese día fue "desmesurada y gratuita", que los agentes no avisaron previamente por megafonía del uso del gas pimienta, como establece el protocolo, y que su uso no fue quirúrgico, en sus palabras textuales.
El socio de la ANC ha añadido que cree que no tendría que ser él el procesado por estos hechos, sino el que entonces era el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent; el jefe de la Brigada Móvil (Brimo), el subinspector de la Brimo y el jefe del Centro de Coordinación (Cecor) del dispositivo.
También ha pedido la dimisión de Josep Lluís Trapero, actual director general de la policía, que según él justificó las actuaciones de los Mossos diciendo "que el medio menos lesivo e indicado en aquel momento" era el gas pimienta y le ha preguntado si alguna vez lo han rociado con él en la cara.
APOYO DE LA ANC
Por su parte, el coordinador de la ANC, Julià de Jodar, ha afirmado que el 8 de agosto "los Mossos no respetaron el derecho de los manifestantes y los reprimieron duramente con gas pimienta y cargas policiales" y ha añadido que la Assemblea siempre estará al lado de los represaliados.
Además, ha lamentado que la amnistía no sólo no se haya aplicado a todo el mundo, sino que "la represión no se detiene" y que cada día que Catalunya no es libre pierde derechos y bienestar, textualmente.