BARCELONA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El director de la sección española de Amnistía Internacional (AI), Esteban Beltrán, reclamó "no ceder" en el caso de la activista saharaui Aminetu Haidar que lleva 25 días en huelga de hambre en el aeropuerto de Tenerife, y conseguir que finalice la huelga de hambre porque vuelve a su país de origen.
En declaraciones a los medios, Beltrán reivindicó que no se pierda la perspectiva de que lo que ha sucedido es una "violación de derechos humanos" de la activista, primero al expulsarla ilegalmente de su lugar de origen y después no permitiéndole volver.
Responsabilizó de esta violación al gobierno de Marruecos, por ser "el primero que provoca" esta situación y no cumplir con el Pacto de derechos civiles y políticos al negar la entrada de Haidar al Sáhara. Añadió que el Gobierno español también tiene una responsabilidad, por aceptar la expulsión ilegal de esta persona y "no realizar todas las gestiones posibles para que regrese". Por este motivo, AI se ha dirigido al Ejecutivo.
Criticó otras acciones del Gobierno marroquí como impedir que los hijos de la activista acudiesen al aeropuerto el día que previsiblemente ésta tenía que regresar, controlar la cuenta bancaria de Haidar y por las "detenciones arbitrarias" que han dado como resultado la detención de al menos ocho presos de conciencia detenidos "exclusivamente por expresar ideas de autodeterminación de forma pacífica", explicó Beltrán.
A largo plazo, y en el marco de la discusión del nuevo mandato de la misión de la ONU para el Sáhara en abril de 2010, el director de la sección española de AI reclamó que incluya el mandato de vigilar la situación de derechos humanos en el Sáhara. "Lo importante es que no se cierre a la prensa y al escrutinio internacional lo que está sucediendo en el Sáhara", declaró.
Sobre la necesidad de una misma respuesta por parte de los partidos políticos españoles, señaló que en lo que deberían ponerse de acuerdo es en el hecho de que Haidar tiene derecho a volver a su lugar de origen partidos, y pedir al Gobierno marroquí que le devuelva su pasaporte y deje de bloquear su cuenta bancaria.
"A partir de ahí cualquier discusión es posible, pero ese punto es el esencial", declaró.
