LLEIDA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Govern, ayuntamientos, el sector agroalimentario y los agentes sociales de la demarcación de Lleida han acordado las medidas para garantizar la seguridad en actividades y empresas agrarias con vista al inicio de la campaña de la fruta.
El protocolo tiene que garantizar la seguridad de los trabajadores en el marco de la alerta sanitaria por el coronavirus y, al mismo tiempo, asegurar la producción en cantidad, calidad y seguridad de los alimentos para garantizar el proveimiento de la población, según un comunicado de la Generalitat.
El documento se ha aprobado en una reunión telemática con los agentes implicados presidida por la consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Teresa Jord, y en la que también ha asistido el delegado de la Generalitat en Lleida, Ramon Farré.
El texto fija como criterio general informar a todo el personal sobre la enfermedad, las vías de transmisión del virus y las medidas de prevención individuales, con especial énfasis en las medidas higiénicas.
Cada empresa o explotación tendrá que hacer una lista de empresas externas que presten servicios, y cualquier persona que tenga que entrar a la empresa o explotación tendrá que recibir la información necesaria sobre los procedimientos a seguir para proteger la salud propia y la de los trabajadores.
Las personas visitantes, antes de hacer ninguna operación, se someterán a la toma de temperatura y, si superan los 37 grados, tendrán que cesar su actividad y abandonar la empresa o explotación, mientras que se especifica la conveniencia de tomar la temperatura dos veces al día, al llegar al puesto de trabajo y al finalizar la jornada.
Los trabajadores estarán obligados a llevar mascarillas y guantes, excepto cuanto las tareas encomendadas no lo hagan posible, por lo que también se recomienda mantener una higiene de manos adecuada.
El protocolo también determina que las empresas y los que contraten trabajadores dispongan de un plan de organización de trabajo que organice el trabajo de tal manera que se eviten las aglomeraciones y el contacto entre los trabajadores para evitar posibles contagios.
En cuanto al traslado, el protocolo establece que se tienen que hace de manera individual por lo general y a través de vehículos privados, en los que pueden ir un máximo de dos personas si el conductor acompaña a una persona que reside en su mismo domicilio o desarrollan su actividad en el mismo centro de trabajo.
En los autocares que alquilan las empresas para el transporte de sus trabajadores, se tiene que respetar el límite de un tercio de ocupación.
El plan sostiene que, para cumplir las condiciones en albergues y viviendas, el propietario se encargará de desinfectarlos, y las distancias tendrán que ser de 1,5 metros como mínimo entre las personas, además de evitar hacer uso de las zonas comunes.
El protocolo también detalla el papel de los ayuntamientos mientras dure la campaña, los cuales tendrán que disponer de una serie de datos concretos que les permitan prever el impacto de la actividad de la campaña en su municipio y prevenir una alerta sanitaria.
