Cáritas Barcelona cerrará el año con un déficit de cuatro millones de euros

Uno de cada cinco hogares atendidos por la entidad no tiene ningún tipo de ingreso

Cáritas de Barcelona ha atendido al doble de familias que el año pasado, a causa de la pandemia del coronavirus.
Cáritas de Barcelona ha atendido al doble de familias que el año pasado, a causa de la pandemia del coronavirus. - MINGO VENERO / MINGO VENERO - Archivo
Europa Press Catalunya
Publicado: miércoles, 16 diciembre 2020 13:49

   BARCELONA, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Cáritas Diocesana de Barcelona calcula que cerrará el 2020 con un déficit de cuatro millones de euros, ya que la crisis social y económica del coronavirus ha puesto "al límite" la labor social, y ha pedido la colaboración de la ciudadanía y las administraciones para hacer frente a la pandemia.

   Así lo ha indicado este miércoles en una rueda de prensa el director de la entidad, Salvador Busquets, junto al Cardenal Arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, y la jefa de análisis social e incidencia, Miriam Feu, con los que ha presentado el informe sobre el impacto de la crisis entre sus usuarios desde el mes de septiembre.

   "Cuando empezó marzo nos quedamos sin el 'suelo' que teníamos y tuvimos que repensar nuestra acción social", ha explicado Busquets, que ha indicado que Cáritas ha multiplicado sus esfuerzos para acompañar a las personas más vulnerables durante la pandemia, especialmente en el ámbito laboral, de la vivienda y de la alimentación.

   "El equilibrio entre las ayudas asistenciales y el trabajo que hacemos de promoción hemos tenido que reequilibrarlo", ha indicado el director, que ha explicado que la entidad no ha podido llegar a todas las personas que querría, y que en 2021 activarán un fondo extraordinario de 1,2 millones de euros para paliar la crisis.

   Según Cáritas, uno de cada cinco hogares atendidos por la organización no tiene ningún tipo de ingreso y el 63% se encuentra en situación de pobreza severa --una realidad que llega hasta el 74% en los hogares de personas en situación administrativa irregular--, lo que se ha traducido en un incremento de las peticiones de ayuda.

   "Entre abril y diciembre, los servicios de primera respuesta de Cáritas Barcelona han atendido 19.380 personas, el doble que en el mismo período del año pasado", ha asegurado Busquets, que ha alertado de las nuevas formas de precariedad que deja la crisis del coronavirus y de las dificultades que ha encontrado Cáritas para hacerles frente.

PRECARIEDAD

   Los responsables del estudio han advertido de que la crisis ha provocado entre sus usuarios una mayor precariedad laboral, peores condiciones de vivienda, un mayor aislamiento y un mayor impacto en su salud, y que se ha constatado que existe "un sistema de protección débil" y una brecha digital que dificulta aún más su situación.

   Así, Cáritas ha alertado de que el 69% de sus usuarios afirma que el confinamiento tendría graves consecuencias laborales para ellos y sus familias, como el despido o la pérdida de ingresos; y que 7 de cada 10 personas se encuentran en una situación "muy frágil ante el mercado laboral" porque no tienen trabajo (53%) o es informal (17%).

   En cuanto a los impactos de la situación actual en el ámbito de la vivienda, el 45% de los hogares atendidos por Cáritas afirman que no pueden hacer frente a los gastos de alquiler, realquiler, hipoteca o de los suministros, y un 28% han tenido que buscar "un hogar más asequible pero en peores condiciones para disminuir los gastos".

   Ante esta situación, Cáritas ha aumentado un 54% su aportación para que las familias puedan pagar el alquiler, pasando de 937.286 euros en 2019 a 1.443.527 euros este año: un incremento de más de medio millón de euros, según ha explicado Busquets.

   La crisis también ha dejado patente, según Cáritas, un "sistema de protección insuficiente" para los colectivos vulnerables, ya que sólo un 12% de los hogares atendidos cobra o ha solicitado la renta garantizada de ciudadanía (RGC), y en torno al 14% se encuentra a la espera de respuesta para recibir el Ingreso Mínimo Vital (IMV).

   Al mismo tiempo, la pandemia y la falta de acceso a las ayudas o a la educación ha demostrado que existe una importante brecha digital, según Feu: "En la Diócesis de Barcelona hay 5.800 niños y jóvenes que viven en hogares en apagón tecnológico; la brecha digital se ha convertido en un importante factor de exclusión durante la pandemia", ha dicho.

MIRADA SOLIDARIA Y ESPERANZADA

   Ante todo ello, Cáritas ha exigido medidas para defender los derechos sociales de sus usuarios, como que se garantice el empadronamiento a todo el mundo, que se reforme la RGC, que se hagan políticas activas de ocupación, que se creen programas contra la brecha digital, que se garantice el derecho a la energía y que se de apoyo a la salud mental, entre otras.

   También, en el marco de las fiestas de Navidad, el cardenal Omella ha pedido un nuevo esfuerzo a los ciudadanos y administraciones para apoyar la labor de la organización: "Para entender bien la Navidad tenemos que entrar en el interior de la fiesta y ver el mensaje de compromiso y solidaridad que lleva con ella", ha afirmado.

   El prelado, que también es presidente de Cáritas Diocesana de Barcelona, ha recordado que los usuarios de la organización y las personas más vulnerables de la sociedad "no son números, no son ideas, no son papeles: son personas que sufren".

   Omella ha agradecido la solidaridad de los ciudadanos y la colaboración de las instituciones, administraciones públicas y otras entidades; y ha prometido que, pese a las dificultades, la diócesis y Cáritas seguirán al lado de los más pobres: "La Iglesia no solo bautiza, casa y entierra, también alimenta y da casa", ha afirmado.

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