BARCELONA, 31 May. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha anunciado la supresión de las 39 embarcaciones que recogían sólidos flotantes en las aguas costeras de las playas catalanas, una medida con la que se ahorrarán 2,3 millones de euros, según ha explicado este martes en rueda de prensa el director de la ACA, Leonard Carcolé.
Carcolé ha justificado esta decisión en que durante la última década se han pasado de recoger 1.100 metros cúbicos de residuos en toda la campaña veraniega a tan solo 230 --lo que equivale a un contenedor de desechos urbanos por playa--, y por tanto se trata de un servicio prescindible.
La campaña de vigilancia de las playas, que se prolongará entre el 21 de junio y el 15 de septiembre, tendrá un coste final tras el ahorro de unos 2 millones de euros, e incluirá los análisis diarios de las aguas de 220 playas mediante el trabajo de 500 inspectores sobre el terreno en 70 municipios costeros, además de una avioneta de reconocimiento aéreo para detectar problemas puntuales.
El director de la ACA, que asumió el cargo hace tres meses y medio y se ha definido como un "gestor", ha argumentado la eliminación de las embarcaciones en que no era rentables, asegurando que habría hecho lo mismo sin la actual coyuntura de crisis y cifrando de forma gráfica en 15 euros el coste que tenía recoger una botella de plástico en el mar.
El año pasado, la Agencia contrató el servicio de 28 barcas que se adentraban hasta 500 metros en el mar y otras 11 que faenaban en el litoral hasta una milla de distancia, encargadas además de recoger residuos de la observación de medusas, aglomeraciones de plácton y puntuales episodios de contaminación.
MÁS PREVENCIÓN
Carcolé ha precisado que la supresión del servicio es posible por la mejora durante los últimos años de las actuaciones en origen que minimizan el volumen de residuos que acaban en el mar: mantener lechos de torrentes y rieras en buen estado, clausura de vertederos municipales y sistemas de contención de aguas pluviales, principalmente.
El director ha señalado que no existen motivos para pensar que la supresión del servicio revertirá en un deterioro de la calidad de las playas, que año tras año muestran un nivel global "excelente", y ha constatado que el programa de vigilancia de prevención y calidad sigue vigente, por lo que los ayuntamientos costeros no deben ver peligrar los ingresos que aporta el turismo.
Asimismo, ha señalado que por primera vez se ha establecido un mecanismo de colaboración con el Servicio Meteorológico de Catalunya (SMC), por lo que se conocerá en tiempo real las afectaciones que puedan producirse como resultado de las lluvias, ya que es tras las tormentas veraniegas cuando tradicionalmente empeora la situación, ha recordado.
Además, ha asegurado que la mayoría de ayuntamientos afectados han acogido esta medida de una forma "bastante razonable", tras insistir en que existen medios disponibles en caso de que se detecte una emergencia puntual, y que se replantearán el servicio en caso de que este año se revierta la tendencia y vuelvan a aumentar los residuos flotantes.
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