BARCELONA 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un Don Juan viejo, agotado por una larga vida y encerrado en un convento franciscano mientras espera la muerte es el protagonista de la obra 'Don Juan. Memòria amarga de mi', que se estrena este miércoles en la Sala Beckett de Barcelona.
Dirigida por María Castillo, la obra se hace una interpretación poco ortodoxa del mito de Don Juan, alejada de otras concepciones que lo muestran como un joven intrépido y un personaje condenado a morir joven a causa de su carácter antisocial y su hábito de transgredir todas las normas éticas y religiosas.
En esta versión, Don Juan (Miquel Gallardo) no encuentra la muerte en su juventud y vive con la obligación de enfrentarse a su pasado y a sus miedos, aunque también tiene la oportunidad de conocer sentimientos hasta ese momento ignorados.
En su huída hacia adelante, Don Juan se retira a un convento donde conoce a Jacob --que no es un actor sino una marioneta--, un joven monje que ha vivido desde su nacimiento apartado del mundo. Este personaje es el encargado de cuidar a Don Juan y, pese a que en un principio se muestra temeroso del nuevo huésped, a medida que lo va conociendo este miedo se convierte en admiración.
Toda esta escena es observada por el padre Luis --otro títere--, prior del convento y responsable de las medicaciones de Don Juan para curar su misteriosa enfermedad. Durante su estancia en la celda del convento, Don Juan deberá enfrentarse a su turbio pasado, a las mujeres que engañó y, cómo no, a los espectros de los muertos que dejó atrás.
Esta versión de Don Juan ha sido escrita por Miquel Gallardo y Paco Bernal a partir de textos de Tirso de Molina, José Zorrilla, Molière y Josep Palau i Fabre.
La obra --que podrá verse en la Beckett hasta el 9 de enero--, ha recibido el Premio del Público en el Festival de Teatro de Bonecos Belo Horizonte (2009) y el Premio del Jurado y del Público al Mejor Espectáculo en el Certamen Nacional de Teatro Haro Garnacha (2009).