La enfermería catalana afronta "el reto y la ilusión" de la vacunación el domingo

BARCELONA, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Associació d'Infermeria Familiar i Comunitria de Catalunya (Aificc) y una de las enfermeras voluntarias que inician este domingo la vacunación contra el Covid-19, Alba Brugués, ha asegurado que el colectivo de enfermeras catalanas afronta "el reto y la ilusión" de la campaña.

Lo ha dicho en declaraciones a Europa Press a las puertas de una campaña que empezará en las residencias de Catalunya --tanto usuarios como profesionales-- con 215.000 dosis de la vacuna de Pfizer que se administrarán a cerca de 106.000 personas, al requerir dos dosis para conseguir la inmunidad.

Un total de 26 equipos formados por enfermeras de atención primaria, enfermeras de la atención hospitalaria y administrativos --10 enfermeras en el turno de mañana y 10 más en el turno de tarde-- se dirigirán hasta las residencias catalanas "centralizados por un centro que proveerá la vacuna", ha dicho Brugués.

Las enfermeras han participado en una formación en la que han tratado tres "peculiaridades" del proceso de vacunación como son la reconstitución, la administración y el registro de las vacunas, aspectos que para Brugués son técnicos y, una vez explicados, el personal los sabe hacer con facilidad.

Además, ha explicado que tienen "mucho material de apoyo para el día a día" --entre presentaciones y contenido audiovisual-- que está disponible en la página web de la Conselleria de Salud de la Generalitat por si quieren consultarlo.

DESCONGELAR, RECONSTITUIR Y ADMINISTRAR

Brugués ha precisado que la vacuna, que estará en un estado de ultracongelación, pasará a estar a una temperatura de entre 2 y 8 grados --temperatura en la que normalmente se mantiene una vacuna "durante unas horas concretas"-- antes de que se reconstituya para su administración.

En el caso de la vacuna de Pfizer, la reconstitución se hace con suero fisiológico y sin agitar la dosis antes de su administración porque sino "perdería efectividad o se destruiría", ha añadido Brugués.

Finalmente, la administración de la dosis se hace "en un sitio concreto" del deltoides, una zona en la que "ya se aplican muchas vacunas", ha concretado.

REGISTRO

Brugués ha destacado que uno de los aspectos que tiene "más dificultad" de la campaña es el registro de vacunación, que se hará mediante la estación clínica de atención primaria (Ecap) para tener constancia de la población vacunada, calcular cuándo tienen que aplicar la segunda dosis e introducir posibles reacciones adversas a la vacuna.

Una vez aplicada la primera dosis de la vacuna tienen que pasar 21 días para que el paciente reciba la segunda y, entre 7 y 10 días después de la última dosis, se consigue la inmunidad frente al virus por lo que Brugués ha insistido en la relevancia del registro para una "correcta administración".

REACCIONES ADVERSAS

Además, las enfermeras tienen que registrar en la Ecap las reacciones adversas a la vacuna, sean "locales o más sistemáticas", para que el personal de salud pública estudie todos los efectos que puedan surgir durante la administración, ha argumentado.

Sin embargo, Brugués ha asegurado que son "los típicos efectos de una vacuna convencional" como dolor y enrojecimiento en la zona de la punción y también dolor de cabeza, un poco de fiebre y sensación de cansancio; efectos secundarios que según la enfermera "pasan en un día".

SATSE

El delegado de atención primaria del sindicato de enfermería Satse Girona, David Oliver, ha reivindicado que el personal enfermería es el más "preparado y formado" para iniciar esta campaña que genera muchas esperanzas entre los profesionales sanitarios, en sus palabras.

Ha dicho que esta campaña de vacunación supone una "sobrecarga" para el personal, que tiene que compaginar su trabajo con la administración de las dosis, pero ha defendido que igualmente quieren asumir esta tarea.

Así, ha destacado la "profesionalidad" de los sanitarios, ha subrayado que, pese a la vacunación, la vuelta a la normalidad no será inmediata y ha exigido a la administración pública el retorno de sus condiciones laborales tras los recortes en sanidad de 2010.