BARCELONA, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
La exjefa administrativa de una de las clínicas del doctor Carlos Morín se ha desdicho en su declaración como testigo en juicio este martes de sus acusaciones al médico de haber practicado abortos ilegales a mujeres con embarazos con un periodo de gestación superior a las 22 semanas.
En su comparecencia ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona, la que era jefa de la administración de una de las consultas ha asegurado que no le consta que se hubiesen practicado interrupciones de embarazo ilegales, ni tampoco que Morín participase directamente en los abortos.
Esta versión contradice la que trabajadora dio ante los Mossos d'Esquadra en junio de 2007 y también en el juzgado de instrucción tres meses más tarde, lo que en su comparecencia ante el tribunal este martes ha achacado a que entonces sufría una depresión: "No recuerdo. Tomaba una medicación muy importante".
Ante estas contradicciones, el presidente del tribunal a instancias de la fiscal, ha leído en voz alta su declaración en instrucción en la que afirmó que se practicaban abortos más allá de las 22 semanas, falsificándose las ecografías.
También había asegurado entonces que las pacientes pagaban hasta 6.000 euros por aborto --cuantas más semanas de gestación, más caro--, que Morín escondió una trituradora de restos biológicos antes de una inspección y que su mujer, también acusada, manipulaba en las intervenciones instrumentos quirúrgicos pese a tener sólo la titulación de enfermera.
Esta administrativa trabajó en la clínica desde principios de la década de los noventa hasta abril de 2007 y, hasta ahora, participó en el proceso judicial en calidad de testigo protegido para que no se revelase su identidad, pero el viernes el tribunal decidió citarla como un testigo ordinario debido al tiempo transcurrido y a que todas las partes conocen su nombre.
MORÍN, AUSENTE
A la sesión del juicio de este martes ya no han acudido Morín ni su mujer después de que el lunes el juez aceptase que él no estuviera presente durante las vistas orales por sus problemas de salud, aunque sí que tendrá que acudir a la sala cuando le toque declarar y en al final del proceso para el último turno de palabra, y aceptó también que su mujer tampoco acuda, para cuidarle.
El juicio ya se había celebrado a finales de 2012 y acabó con la absolución de los 11 acusados pero, tras un recurso de la Fiscalía, el Tribunal Supremo (TS) obligó a la Audiencia a repetirlo porque el tribunal no había tenido en cuenta como prueba el testimonio de los periodistas de una televisión danesa que había hecho un reportaje con cámara oculta en sus clínicas.
El doctor Morín se enfrenta a más de 300 años de cárcel que pide la Fiscalía por haber cometido en sus clínicas un centenar de abortos supuestamente ilegales.
