BARCELONA, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha defendido este miércoles su "decisión acertada" de eliminar los puestos de pájaros de La Rambla y los que ya se han reconvertido a la venta de productos típicos, y ha resaltado que han hecho el paso con "plena soberanía" y con el aval de la Associació d'Amics, Veïns i Comerciants del paseo.
El Ayuntamiento anunció este martes que eliminará todos los puestos y que dialoga con los propietarios para amortizar las paradas y compensarlos, aunque no descarta llegar a la vía judicial si fuese necesario para acabar con todos, avisó la portavoz del Gobierno municipal y concejal de Ciutat Vella, Assumpta Escarp.
Al preguntársele en rueda de prensa de balance de la contrata de limpieza, Hereu ha advertido de que los puestos han adoptado una deriva "indeseable" de sobreocupación del paseo y se han convertido en actividades que no tienen que ver con lo pactado. "Más espacio, menos ganas de sacar beneficios excesivos a corto plazo y más capacidad de pasear con plena dignidad", ha reclamado.
Ha negado que promueva una política errática, y se ha escudado en que la reconversión para adaptar los puestos a las normativas de protección de los animales "no se enfocaba adecuadamente" en un paseo que quiere ser Patrimonio de la Humanidad: "Entre todos hemos llegado a la conclusión de que lo mejor es generar más espacio y vaciarla para ganar en calidad".
Según han explicado a Europa Press fuentes conocedoras del proceso, en la decisión para eliminar por completo los puestos ha pesado la presión de la Associació d'Amics, Veïns i Comerciants de La Rambla, que ha visto como los puestos del centro del paseo ofrecían productos que se venden en tiendas de los laterales; entre ellos, recuerdos del FC Barcelona.
Con todo, Hereu ha considerado que acabar con los puestos "es una decisión acertada que enlaza con todos los esfuerzos que mucha gente, vecinos y comerciantes de La Rambla están haciendo, y la lucha por la calidad y que el mercado no lo invada todo", y que coincide con las reflexiones municipales según las cuales el vecino debe ocupar un rol central en Ciutat Vella.
Del total de 11 puestos que vendían pájaros, seis ya se han reconvertido, cuyas obras de estructura ha sufragado cada propietario con 40.000 euros, por lo que han aportado 240.000. El pacto de la reconversión fijaba que el Institut Municipal de Mercats (IMMB) les devuelve este importe. Otros tres puestos habían empezado obras y dos siguen vendiendo pájaros o accessorios para mascotas.
