BARCELONA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ilustradora argentina Agustina Guerrero 'La Volátil' desmitifica la maternidad y los embarazos en su nuevo libro 'La Volátil. Mamma Mia!' (Lumen), una mirada llena de humor e ironía sobre los nueve meses de gestación maternal.
"No hay muchos libros que hablen de la maternidad de manera tan cruda y con ironía y humor", ha explicado la autora en una entrevista de Europa Press.
La ilustradora ha criticado que siempre se ha visto el embarazo como un momento súper pleno, pero "hay cosas que no lo son tanto", como vómitos y sangrados de encías, y normalmente nadie lo explica de forma tan real, ha dicho.
"Me he planteado el libro como si hablara con una amiga, y pensando que me hubiese gustado tener un libro así", ha explicado Guerrero, que también ha enfocado sus páginas pensando tanto en las que quieren ser madres como las que no.
Además, rescata a "los grandes olvidados", los hombres, sobre los que Guerrero ha recordado que también sufren un embarazo, pasan por incertidumbres y sienten una revolución interna.
"Cuando estás embarazada hay momentos en los que te sientes abrumada, con miedo, tienes sensaciones de si lo que estás viviendo es normal, buscas en Internet y te sientes desconcertada", ha relatado Guerrero, convencida de que lo más recomendable es tomárselo con humor y entender que llevar un bebé dentro es toda una revolución.
TRES TRIMESTRES
En el libro, esta revolución ha quedado dividida en tres trimestres "totalmente diferentes", que empiezan por el miedo y los esfuerzos de asimilación del primero.
"En el segundo trimestre es donde te sientes más bonita y estás más acostumbrada al embarazo", ha proseguido la autora, para la que el último trimestre es agotador y el cuerpo de siente enorme y lo único que pide es anidar, ha comentado.
Guerrero se encontraba escribiendo una historia sobre viajes y se enteró de que estaba embarazada, lo que le llevó a plantearle a la editorial contar su embarazo: "Si dejaba pasar el tiempo habría cosas que se me iban a olvidar".
La autora escribió y dibujó sus viñetas a tiempo real conforme avanzaba su embarazo, aunque después terminó de retocar y añadió el color ya con su bebé al lado.
