Javier Gómez Bermúdez cree que las filtraciones son una "asignatura pendiente" de la justicia española

Actualizado: viernes, 21 mayo 2010 20:50

BARCELONA, 21 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, aseguró hoy que la gestión de las filtraciones "es una de las asignaturas pendientes" de la justicia española.

El que fuera el presidente del tribunal que juzgó los hechos del 11-M, explicó, durante la conferencia 'Poder judicial y administración de justicia. El 11-M como ejemplo de un macroproceso', que en España se le da "muy poca importancia" a las filtraciones.

"Si hay filtración durante las deliberaciones significa que un magistrado comete un delito de revelación de secretos, porque las deliberaciones son secretas", apuntó Bermúdez que explicó, a modo de ejemplo, el "pacto" al que llegó con los otros dos magistrados durante el juicio del 11-M.

"Hicimos un pacto de caballeros. Pactamos que, en caso de que se publicara una información en los medios, redactaríamos una nota firmada por los tres desmintiendo al periodista y diciendo que la información era rigurosamente falsa", comentó, por lo que el periodista, enfadado con su fuente, le delataría.

Durante su conferencia --enmarcada en la Jornada directiva organizada por la Conselleria de Justicia-- Bermúdez explicó detalladamente como había organizado el macroproceso, siendo "tremendamente rígido con el tiempo" y minimizando recursos.

"Los macroprocesos se caracterizan porque siempre han tenido un movimiento mediático y se produce un doble juicio paralelo", destacó el magistrado, que aseguró que nunca quisieron controlar la imagen --las cámaras que seguían el juicio eran institucionales-- sino mantener la seguridad.

"Dejamos muy claro a la prensa que iban a tener la información sin cocina pero que debían consultar con nosotros los matices jurídicos", apuntó.

Bermúdez destacó la dificultad de resolver el caso en un tiempo razonable y de "arropar a las víctimas" pero también a las familias de los acusados. La previsión de asistencia al juicio era enorme, unas 7.000 personas, y no había tantos asientos, por lo que fue fundamental gestionar el espacio sin vulnerar el derecho de las víctimas a acudir al juicio.

Los detalles, como la sincronización de tiempos, fueron fundamentales. La llegada, durante todos los meses del juicio, de 18 presos en cinco prisiones distintas fue difícil de gestionar, comentó Bermúdez, que aseguró que "nunca llegaron tarde a excepción del primer día".

SISTEMA INFORMÁTICO SIMPLE

Bermúdez hizo especial hincapié en la importancia de la digitalización de los documentos para agilizar todos los procesos. Aseguró que no utilizó un programa muy técnico, sino una aplicación básica que permitía buscar palabras concretas y editar el sumario, para que cada abogado extrajera lo que más le interesaba para su defensa.

Sobre la informatización de los procesos, el juez destacó que ayudan mucho a agilizar los tiempos, pero que a veces hay "cierta resistencia al cambio" por parte de los jueces.

La causa estaba formada por 239 tomos que contenían un total de 120.000 páginas, aunque la pieza clave, según el magistrado, fue un índice --de 735 páginas-- que realizaron para gestionar tanto volumen de hojas.