BARCELONA 15 May. (EUROPA PRESS) -
Jueces mercantiles catalanes, junto con la Generalitat --a través de las consellerias de Justicia y de Empresa y Empleo-- y el Círculo de Economía, han sumado esfuerzos para plantear mejoras en la aplicación de la ley concursal que permitan la continuidad de más empresas cuando presentan concurso de acreedores.
En la sesión en el Círculo de Economía 'Procedimientos concursales. Experiencia reciente y propuestas de mejora', el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, Miguel Ángel Gimeno, ha lamentado que la ley concursal parte de un principio "erróneo", que es que el convenio concursal es la solución, porque en la práctica ello favorece la liquidación.
Ha opinado que las empresas presentan los concursos demasiado tarde porque tienen miedo y lo ven como "un estigma", y por eso se presentan menos que en otros países, y al llegar tarde hay menor probabilidad de reflotar el negocio.
El magistrado mercantil José Luis Rodríguez Vera ha señalado que hay "frustración" porque solo hay dos opciones en la ley concursal: el convenio y la liquidación, y que la liquidación también tiene un coste, mientras que el convenio es algo excepcional, ya que las empresas llegan ahogadas y tienen problemas para generar ingresos, mientras que los acreedores no quieren renunciar a parte de la deuda a la que tienen derecho, especialmente la banca y las administraciones públicas.
"Los bancos se han empeñado tradicionalmente en negarse a aceptar quitas, y no apoyaban los convenios, y también sucede con los acreedores públicos, es casi un milagro que acepten el convenio la Seguridad Social o Hacienda", ha expuesto.
Sobre este punto, el conseller de Empresa y Empleo de la Generalitat, Felip Puig, ha asegurado que si la gestión de la Seguridad Social y Hacienda en Catalunya estuviesen en manos del Govern, la colaboración sería "mucho mejor".
Rodríguez Vera ha apuntado a la venta de la unidad productiva como la alternativa mejor para mantener al máximo la actividad y el empleo en las empresas en concurso, pero faltan normas comunes para hacerlo.
Tras el diálogo con la Generalitat y el Círculo, han concretado necesidades y fórmulas como homogeneizar los procedimientos y definir plazos para dotar al proceso de seguridad jurídica, así como saber publicitar estas ventas y encontrar inversores con acceso a datos que puedan ser contrastados --que se pueden poner en la nube para acceso universal y al mismo tiempo para todos-- y para activos libres de cargas, que sean atractivos para los posibles compradores y que eviten sorpresas desagradables.
Con estas fórmulas, aumenta el éxito a la hora de dar continuidad a una empresa en concurso, y el presidente del Círculo de Economía, Antón Costas --que ha deplorado que en España no hay cultura de segunda oportunidad en el ámbito empresarial--, ha sostenido que "si hay transparencia, publicidad y seguridad jurídica", habrá buenos procesos de venta de unidades productivas, y que pequeños cambios en la forma de hacer las cosas pueden dar grandes resultados.
Puig ha incidido en la importancia de preservar actividades y empleo, ya que desde 2008 han desaparecido una de cada cinco empresas industriales de Catalunya, el 20% del total, con la correspondiente destrucción de empleo, y ha afirmado que el proceso concursal "no es una condena", sino que debe ser un proceso de ajuste y reforma para salvaguardar el grueso de actividad y empleo.
Ha explicado que el Govern mantiene actualizado el mapa de análisis de riesgo industrial para detectar a las empresas con problemas y evitar que lleguen al concurso o instarlas a presentarlo si puede ser su solución, y ha concretado que, desde 2012, su Conselleria ha colaborado en la colocación de 73 unidades productivas, manteniendo gran parte del empleo, y hay empresas que han podido superar el concurso como Cacaolat, Cubigel, Manaut e Inocsa, entre otras.