Mas lamenta que Zapatero y Carod le "engañasen" al crearse los tripartitos

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LA MAGRANA
Actualizado: miércoles, 14 abril 2010 17:56

Duran admite que tiene una relación "normal, pero no cordial" con el líder de CiU

BARCELONA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

El líder de CiU, Artur Mas, lamenta que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, le "engañasen" en dos momentos determinados: el pacto del Estatut --en el que Mas acordó con Zapatero que tras las catalanas de noviembre de 2006 los socialistas respetarían que gobernase la lista más votada-- y los pactos postelectorales que ERC firmó con PSC e ICV-EUiA, dando lugar a los dos tripartitos.

En las páginas del libro 'La màscara del Rei Artur' (La Magrana), biografía de Mas escrita por la periodista Pilar Rahola y que hoy sale a la venta, Mas dice: "Lo tenían todo pactado" sobre el primer acuerdo tripartito, ante la equidistancia entre el PSC y CiU que ERC exhibió a lo largo de la campaña electoral de 2003.

Mas reprocha a Carod, y también al presidente del Parlament, Ernest Benach, que simulasen una negociación entre CiU y ERC que, a su juicio, era falsa desde el principio. En 2006 volvió a ocurrir lo mismo. Carod sabía "perfectamente que todo estaba amañado, y que sólo querían ganar un poco de tiempo ante la gente, para que no pareciese que habían pactado a escondidas, antes de las elecciones", dice Mas. Tanto el líder nacionalista como su entorno muestran a lo largo del libro una profunda desconfianza hacia los republicanos, aunque se han tendido puentes últimamente.

En cuanto a las relaciones entre Mas y Zapatero, el líder de CiU admite que llevan dos años sin hablar. Recuerda que el mismo Zapatero le prometió al pactar el Estatut que Pasqual Maragall no sería el candidato del PSC a las catalanas y que si era la lista más votada y con más escaños, podría formar gobierno.

Mas indica que ya en julio de 2005, Zapatero le había dicho que Maragall no sería el candidato del PSC, y que en diciembre del mismo año, le avanzó que lo sería Montilla. Por todo ello, Mas lamenta que el PSC sea "incapaz de pelearse con el PSOE" en cuestiones de autogobierno, pero sí cuando de lo que se trata es mantenerse en el poder.

SUCESIÓN DE PUJOL

Tanto Mas como el líder de UDC, Josep Antoni Duran, aseguran que ahora la relación que tienen entre ambos es cordial, aunque ha pasado por momentos muy delicados y de confrontación abierta. Cuando en 2001 Mas era conseller de Economía y Duran entró al Govern como titular de Gobernación, el convergente admite que el democristiano le ignoró "siempre", no despachaban y ni hablaban por teléfono. "Como dicen los castellanos, me ninguneó", dice Mas.

Cuando ambos empezaron su lucha para ver quién sería el sucesor de Pujol, Duran no esconde que entonces hubieron "putadas". En esta carrera, "yo hice todo lo que estuvo en mis manos, yo y otra gente, para que la sucesión no acabase en manos de UDC", admite Mas. Y David Madí desvela: "Si Duran hubiese aceptado la fusión --entre CDC y UDC--, hubiese sido el candidato a la presidencia de la Generalitat".

Duran indica que él no podía aceptar "cargarse" un partido histórico de UDC por una ambición personal, y llegó a creer que Pujol pensaba en él como relevo. "Me dio a entender, en todo momento, que yo era la sucesión", algo que Jordi Pujol niega en rotundo. En cambio, Xavier Trias admite que Pujol le hacía "muchos cariñitos" a Duran.

Tanto Mas como Duran apuntan que su relación ha mejorado con el tiempo. Incluso Duran fija como punto de inflexión una conversación mantenida poco después de que le diagnosticase un cáncer antes de las generales de 2008. Ahora, Duran afirma: "Tenemos una relación normal, pero no cordial. Me cuesta mucho hablar políticamente y humanamente con Mas".

El gerente de CDC, Germà Gordó, admite que el "único culpable" de la confrontación entre Mas y Duran, y Convergència y UDC por la sucesión de Pujol, la tiene el ex presidente. "Dejó crecer demasiado a UDC, los infló", agrega.

En cuanto al 'pinyol', el núcleo de colaboradores de CDC más estrechos a Mas integrado por Oriol Pujol, David Madí, Francesc Homs, Joaquim Forn y Marc Puig, el líder de CiU dice: "Yo soy tributario del 'pinyol', pero no soy su prisionero".

Mas dice que confía en la gente que luchó con él en los momentos más difíciles, en referencia a la sucesión de Pujol, pero la máxima autoridad en CDC es él. "Con ellos --el 'pinyol'-- tengo una deuda de fidelidad y de respeto, pero si no los tengo que complacer, no lo hago", agrega.

Los miembros del 'pinyol' se autodefinen como "amigos antes que conspiradores, independentistas antes que convergentes", y sitúan sus orígenes en 1992, ante la confrontación entre Jordi Pujol y Miquel Roca. Xavier Trias admite que el elegido para ser el delfín de Pujol era el ex conseller Joan Maria Pujals, pero tras una "bronca fenomenal" a finales de los 90 con Jordi Pujol, la opción se descartó.