Migra Studium busca a 100 familias para acoger refugiados en Barcelona durante tres meses

Publicado: jueves, 17 enero 2019 14:12

Apelan a la hospitalidad para acoger desde la comunidad

BARCELONA, 17 Ene. (EUROPA PRES) -

La Fundación Migra Studium busca a 100 familias "hospitalarias" que acojan durante tres meses a personas migrantes solicitantes de asilo que se han visto forzadas a abandonar su país y necesitan un ambiente familiar para recomenzar, mientras esperan entrar en el sistema de protección --actualmente con seis meses de espera para la entrevista-- o han quedado fuera.

En rueda de prensa este jueves, la directora de la entidad, Maria Carmen de la Fuente, ha explicado que el proyecto 'Hospitalaris' se inició con 20 familias que han acogido a 27 personas durante 2018, y quieren aumentar la experiencia a un centenar después de que el 90% de los casos hayan logrado la autonomía, tras encontrar casa y trabajo tras la experiencia.

"Creemos que las personas que llegan a nuestra casa tienen que recibir hospitalidad. Huyen de la violencia, se van porque no pueden tener una vida en su país", en muchos casos son víctimas de guerras y mafias y lo que buscan es una oportunidad, ante lo que ha que la hospitalidad beneficia a la sociedad y le permite descubrir la riqueza de la diversidad.

A los hogares les piden que la persona acogida forme parte de la vida familiar, que cuente con una habitación propia y que tengan tiempo para establecer una relación de confianza, mientras que la ONG se encarga de todo el apoyo en asuntos como trámites, cursos y estudios, de la mano de profesionales, además de hacer un seguimiento de la experiencia.

Esta experiencia también sirve para romper estereotipos entre los ciudadanos, a la vez que apuestan por un modelo de acogida en comunidad y en el que los migrantes están un máximo de tres meses con cada familia, y si por ejemplo uno está atendido durante un año, "multiplica por cuatro su red de relaciones" al pasar por cuatro hogares.

La mayoría de los candidatos a ser acogidos son hombres, habitualmente jóvenes, y solicitantes de asilo de origen muy diferentes: "Es un perfil que se acostumbra a quedar mucho en la calle", ha observado, y ha añadido que trabajan en red con otras entidades.

TESTIMONIOS DEL PROGRAMA

Una participante en el programa, Blanca Baurier, ha explicado que, tras ver en medios de comunicación la situación de los refugiados sin saber cómo ayudar, tras conocer a una familia que abrió su hogar, decidieron acoger junto a su marido y lo propusieron a sus tres hijos adolescentes, que aceptaron emocionados.

En dos semanas recibieron a Ibrahim, un joven de Guinea que llegó a Italia en patera y en Barcelona pasó por albergues, además de vivir en la calle: "Ha tenido una vida súper dura, para mí es un héroe de la vida" del que ha aprendido toda la familia y que ha sido una enseñanza para sus hijos, y que actualmente vive autónomo con trabajo y vivienda.

Siguen en contacto con él, porque lo consideran de la misma familia, y cuando terminaron los tres meses decidieron acoger a un segundo: "Es gente muy agradecida. Lo explico porque cuando decidimos abrir las puertas tuve mis miedos, porque tengo dos hijas adolescentes y llegaba un chico con 22 años", pero en una semana le cogió confianza, mientras que también ayudó tener detrás la red de la entidad.

"Me siento mejor ahora que antes, ahora viendo a mis hijos veo que son más empáticos y la convivencia ha cambiado a mejor", y por ejemplo sus hijos empatizan con los vendedores ambulantes del top Manta, que han vivido experiencias parecidas, y ha animado a otras familias a hacer un hueco a estas personas.

Marta, que también es familia de acogida y tiene tres hijos de entre ocho y 11 años, ha relatado que los pequeños "han conocido otra realidad muy diferente" y han aprendido a convivir con otra cultura".

Por su parte, Mamadou, que tiene 28 años y es originario de Guinea, ha explicado a los medios que llegó a Barcelona hace cinco meses y vive desde noviembre con una familia, tras pasar por albergues y por la calle, y ha asegurado que su vida es "mucho mejor" en este hogar, que cena cada día con esta familia y hace excursiones por Catalunya, además de hacer un curso de castellano.

POLÍTICAS MIGRATORIAS DIGNAS

El delegado de Jesutes de Catalunya --que integra la fundación--, Lloren Puig, ha apostado por la acogida y el acompañamiento para contribuir a crear una cultura de la hospitalidad que surja de forma natural, ante la urgencia y el desamparo que actual, y se ha posicionado a favor de "políticas migratorias que no atenten contra la dignidad de las personas".

"Esta campaña es un llamamiento a las familias, ciudadanos y vecinos de Barcelona para que nos ayuden a construir un modelo de acogida con rostro humano", además de apelar a la colaboración de la administración, y con la humildad de saber que hay que actuar en red porque la realidad desborda y los recursos son limitados, pero sin dejar de avanzar.

Esta iniciativa sirve para promover una sociedad igualitaria, abierta, acogedora, "luchando contra las fronteras visibles pero también las invisibles", desde el testimonio de la acogida, que ayuda a contraponer la hostilidad con la hospitalidad.

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