Foto: MUSEU D'HISTÒRIA DE CATALUNYA
BARCELONA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Museu d'Història de Catalunya recorrerá en la exposición '300 onzes de setembre' las 300 'diadas' catalanas desde 1714 hasta la Via Catalana.
La muestra se podrá ver desde este viernes, y mostrará la evolución que ha experimentado esta festividad, que ha pasado de convertirse en una derrota a una celebración de catalanidad.
Según ha expresado este jueves en rueda de prensa el conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, la exposición "repasa cómo se ha construido la colectividad catalana" desde la Diada del 11 de septiembre, y conforma una de las celebraciones más importantes del Tricentenario.
El director del museo, Agustí Alcoberro, ha explicado que la exposición ocupará más de 1.000 metros cuadrados, que se han llenado con unas 200 piezas, entre las que se encuentran algunas de originales e inéditas, y que el presupuesto, aún sin cerrar, ronda los 460.000 euros, que según ha remarcado "es bastante inferior a algunas de las exposiciones anteriores".
OBRAS INÉDITAS
De los objetos inéditos, destaca la reproducción de la estatua de Rafael Casanova, que se encontraba en casa de uno de los colaboradores del museo y que se ha restaurado e incorporado a la colección.
También cabe mencionar un trozo de estelada que voluntarios catalanes llevaron en la primera Guerra Mundial con la esperanza de que, al ganar los aliados, éstos ayudaran en la causa catalana; una multa de 1.000 pesetas del año 1964 por participar en una manifestación durante la Diada; una invitación 1886 a la primera misa conmemorativa de la Diada, y un decreto de nueva planta firmado por Felipe V.
El recorrido empieza con la misma derrota de las tropas catalanas y la caída de Barcelona en 1714, cuando el rey absolutista Felipe V impuso el Decreto de Nueva Planta que acabó con sus instituciones y sus competencias.
Para los visitantes que no tengan conocimiento de la Guerra de Sucesión, la exposición ha habilitado un pequeño vídeo que resume los hechos, según ha señalado el comisario de la exposición, Enric Pujol.
La muestra conduce después hasta publicaciones hechas por personalidades que buscaban lograr la persistencia de la memoria, fechados pocas décadas después del Decreto de Nueva Planta, ya sea con libros de historia o con dietarios como el de Manuel Soler, quién predijo que dentro de 300 años aún se hablaría de los hechos.
Documentos expuestos prueban que por aquél entonces, la población catalana intentó revertir el absolutismo en el que se había visto sumida Catalunya enviando cartas a sus anteriores aliados, de los que no obtuvieron respuesta.
RENAIXENÇA
La Renaixença tiene también un espacio propio, presidido por una copia del monumento de Rafael Casanova --firmada por el mismo escultor que encuñó la original--, momento en el que se empieza a cultivar la memoria colectiva.
Pujol ha explicado que fue en 1901 cuando la celebración de la Diada experimentó un punto de inflexión, pues si bien desde 1886 los sectores conservadores habían asistido a misas conmemorativas y los progresistas habían empezado a entregar ofrendas florales a la estatua de Casanova --instalada en 1888--, fue en esa fecha cuando se detuvieron a muchas personas por participar en estos actos.
Fue a partir de ese momento, ha relatado Pujol, que las manifestaciones en los 11 de septiembre se volvieron masivas, "con miles de personas en las calles".
No faltan las referencias a la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), que congeló las aspiraciones catalanas, ni a la dictadura franquista, así como piezas muy visuales sobre la transición y la primera celebración del 11 de septiembre después de la muerte de Franco, en 1976, que se hizo en Sant Boi de Llobregat por precaución.