SALOU (TARRAGONA), 21 (EUROPA PRESS)
Pere Granados (FUPS) fue elegido hoy nuevo alcalde de Salou (Tarragona) tras una moción de censura presentada por la oposición y un concejal de CDC, todo ello en un tenso pleno en el que se escucharon constantes abucheos al nuevo equipo de gobierno.
Granados consiguió once votos a favor, que correspondían a los 7 de su partido, 3 del PP y el del ex concejal de CDC y ahora no adscrito Marc Montagut, que fue increpado en varias ocasiones por el público que asistió a la sesión plenaria. En contra se mostraron los concejales del PSC (6) y de RDS (2), así como Salvador Pellicé (CDC) y la concejal de UDC Martina Fourier. Ni UDC ni CDC a nivel local están de acuerdo con esta moción.
El secretario del ayuntamiento tuvo que pedir silencio en varias ocasiones al numeroso público, que se congregó en la sala y que gritó repetidamente "Manos arriba, esto es un atraco", "traidores" o "Alcalde Pellicé", haciendo referencia a que Salvador Pellicé debía convertirse en breve en alcalde del municipio de acuerdo con el pacto firmado entre CiU y PSC a principios de legislatura.
En sus discursos, los miembros del que será nuevo equipo de gobierno coincidieron en afirmar que el pacto tiene como objetivo devolver la pluralidad al municipio y reconstruir "puentes de diálogo" entre los ciudadanos de Salou. El nuevo alcalde aseguró que se quiere conducir a la ciudad a "una nueva etapa de modernidad" siendo "sensibles" al elemento humano y social.
Granados manifestó que quiere desarrollar proyectos de participación, y aseguró que se restablecerá la Junta de Portavoces. Según dijo, "Salou necesita, más que nunca, un cambio de estilo", y aseguró que se trabajará "con serenidad, eficacia y generosidad". Granados terminó su discurso como alcalde con el grito "Viva el Salou, de todos".
Por su parte, el alcalde saliente, Antoni Banyeras (PSC), señaló que detrás del nuevo gobierno existen unas maniobras que van más allá de la política y "otros intereses" que "el tiempo y los eventos dejarán ver", en referencia, según explicó ayer, al interés del convergente Josep Poblet, alcalde de Vila-seca, de mantener el consorcio de Port Aventura en los términos actuales en los que Salou y Vila-seca se reparten a partes iguales los impuestos, aunque la superficie ocupada de Salou sea mayor. Para Banyeras y Pellicé, además, la moción de censura supone una fractura en el municipio.
La votación de la moción de censura se hizo a mano alzada, por lo que algunos concejales del antiguo equipo de gobierno no descartan impugnarla, dado que consideran que debería haberse hecho de manera secreta.