Rafael Rojas aboga por la "persuasión" para que Cuba difunda a autores exiliados

Europa Press Catalunya
Actualizado: martes, 17 marzo 2009 14:20

BARCELONA 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El historiador y ensayista cubano exiliado en México, Rafael Rojas, abogó hoy por la "persuasión" para acabar con la "lógica aduanal" que impide las relaciones entre las editoriales latinoamericanas y que los libros de algunos autores cubanos --exiliados o contrarios al gobierno de Fidel Castro-- se publiquen en su país.

Como muestra de ese poder de persuasión, Rojas indicó que en la última edición de la Feria del Libro de La Habana, la prensa chilena hizo "presión" porque se quería excluir a autores como Roberto Ampuero, y al final la presión fue tal que el actual presidente cubano, Raúl Castro, posó con un ejemplar de Ampuero.

Rojas, experto en estos temas, acaba de publicar 'El estante vacío. Literatura y política en Cuba' (Anagrama), un ensayo en el que recorre de forma crítica la historia de la literatura del exilio cubano no publicada en la isla.

Esta falta de libertad de comercio editorial en Cuba propicia que se hayan editado "generosamente a los amigos" del gobierno, como Gabriel García Márquez, José Saramago y Mario Benedetti, mientras que otros como Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes no han visto la luz.

No obstante, la literatura crítica con el gobierno circula igualmente, de bajo mano, por Cuba, como la de Gabriel Cabrera Infante y Reynaldo Arenas. Además, muchos grupos editoriales se han quedado con las ganas de abrir librerías en Cuba porque el gobierno imponían que los "libros prohibidos" no se vendiesen, cuando muchos de ellos pertenecían al catálogo de las propias empresas.

"Es una política que tiene ya poco que ver con el siglo XX" y que recuerda a la "Inquisición", clamó Rojas.

Entre los años 60 y 80, para Rojas hubo una "evangelización marxista leninista" en Cuba, y se preguntó cómo sería la sociedad cubana hoy en día si hubiese estado expuesta a determinadas literaturas.

En una concisa enumeración, Rojas definió a la sociedad cubana como "celosa" de sus derechos, demandante de la atención permanente del Estado para que la abastezca y sin embargo "muy poco entrenada" para ejercer sus derechos civiles y políticos, que no consideran como básicos.

Esa ciudadanía cubana, además, está "educada" para criticar el capitalismo global, "el imperio", y situar el valor de la justicia por encima de la libertad, dijo Rojas, quien concluyó: "Tiene mucho que ver con el panorama de lecturas que tiene".

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