SABADELL (BARCELONA), 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los robos de cobre y otros metales han caído un 25 por ciento desde los meses de mayo y junio, cuando los Mossos d'Esquadra registraron un importante incremento de este tipo de delito, al cual combaten desde agosto con un dispositivo especial que incluye el control de chatarrerías y de carreteras, según ha informado este miércoles la policía catalana.
En lo que va de año, los Mossos han efectuado 742 detenciones relacionadas con el robo de cobre, 28 de las cuales han supuesto prisión preventiva.
Las detenciones se han intensificado con el operativo especial de los Mossos que desde el 19 de agosto ha permitido la detención de 97 personas y el control de 4.800 vehículos para evitar la proliferación de este tipo de delito que cuenta tanto con grupos organizados como con pequeños hurtos.
La policía baraja la presencia de varios grupos organizados y clanes familiares en Catalunya de diferentes nacionalidades que funden el metal para reintroducirlo en el mercado o lo camuflan en contenedores y camiones cuyo destino es el mercado internacional.
El kilo de cobre puede alcanzar entre cinco y seis euros en el mercado, dependiendo de su cotización en bolsa, lo que convierte este tipo de robo en un delito fácil y con beneficio económico.
El subjefe de la comisaría general territorial de los Mossos, Manel Castellví, ha explicado que a pesar del descenso de este tipo de delito gracias a la presión policial, el número de robos sigue siendo mayor que el año pasado y afecta especialmente al área metropolitana norte de Barcelona y a la provincia de Tarragona.
Castellví ha asegurado que la situación de Catalunya es similar a la de otros países europeos que también han detectado un incremento de los robos de cobre, lo que ha llevado a varias policías europeas a desarrollar el pasado 16 de septiembre una operación conjunta que en el caso de los Mossos se saldó con 936 identificaciones, 14 detenidos y 26 atestados en 24 horas.
Desde el incremento de robos de este verano, los Mossos han incrementado los controles rutinarios para prevenir este tipo de actuaciones. Así, realizan diariamente inspecciones en chatarrerías y desguaces, controles en carreteras con más tráfico de camiones y vigilancia de infraestructuras ferroviarias y líneas eléctricas.
INVESTIGACIÓN EN UN DESGUACE
Este miércoles, dos agentes de inspección administrativa y uno de investigación de los Mossos ha inspeccionado un desguace de un polígono de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), que tenía toda la documentación en regla, dentro de un operativo desplegado también en Tarragona y Girona.
El gerente de este desguace ha explicado que en su negocio no compran ni venden cobre, ya que están especializados en desguazar vehículos, y que si alguien les intenta vender este tipo de material, les debe presentar todos los documentos acreditativos. Además, ha señalado que en lo que va de año han pasado cinco inspecciones de diferentes cuerpos policiales.
Después, este dispositivo policial se ha apostado en una rotonda cerca de Olesa de Montserrat (Barcelona), donde han ido parando a camiones susceptibles de llevar cargamentos de cobre obtenidos de manera irregular. Entre otros, han parado a un trabajador de una empresa de material eléctrico, que no llevaba ningún cargamento.
Finalmente, un grupo de tres Mossos se han situado en una zona elevada conocida como Beguda Alta, cerca de la estación de Ferrocarriles de la Generalitat, desde donde habitualmente controlan la línea de ferrocarril y la eléctrica por si hay movimientos sospechosos.
Los Mossos han revisado con prismáticos la zona por si veían algún cable arrancado, alguna alcantarilla levantada o algún vehículo sospechoso circulando por los caminos. Además, actúan cuando reciben denuncias de empresas afectadas o cuando reciben avisos de que alguien está manipulando el tendido eléctrico.
El objetivo de los Mossos d'Esquadra es controlar todas las chatarrerías y desguaces de Catalunya. Durante la primera quincena de septiembre han inspeccionado 53 establecimientos y han levantado acta por infracciones en 24 de ellos.
El operativo incluye además la colaboración con otros ámbitos de la administración y con las propias compañías de subministro de servicios que sufren, junto con las empresas y las obras, este tipo de robos para ofrecer atestados policiales en los que consten los perjuicios sociales y su afectación.
