Actualizado 31/07/2007 17:59

Absuelto un teniente de Caballería por la muerte de un soldado de Melilla al volcar un vehículo TOA en 2004

MELILLA, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

La justicia militar ha absuelto al teniente Miguel Ángel Hijarrubia de la muerte del soldado Gonzalo Calvo en el accidente de un vehículo TOA (Transporte Oruga Acorazado) durante el desarrollo de las maniobras 'Libes' que estaba llevando a cabo el Regimiento de Caballería Acorazado Alcántara 10 de Melilla en el municipio almeriense de Viator en mayo de 2004.

El teniente Hijarrubia estaba acusado de un delito "contra la eficacia del servicio" en la modalidad de "causar por imprudencia la muerte, lesiones y daños en la ejecución de un acto de servicio". Según el tribunal que ha juzgado el caso, el accidente se produjo de forma fortuita, lo que se une a la "escasa visibilidad" y la "poca experiencia" del conductor.

Las maniobras 'Libes-May04' tenían programadas para la noche del 17 de mayo una marcha mecanizada en la que un vehículo TOA debía atravesar una nube de botes de humo con el objeto de comprobar la eficacia y operatividad de las gafas de visión nocturna de los ocupantes del vehículo. El ejercicio se inició a las 22.00 horas bajo un cielo de noche cerrada y la maniobra se desarrolló sin incidentes hasta el primer relevo en la conducción del TOA, que tomó el soldado Gonzalo Calvo Evia como conductor y el teniente Miguel Ángel Hijarrubia como guía.

Debido a la "escasa visibilidad", el vehículo se dirigió con "una inclinación de 45 grados" hacia el borde de un barranco de diez metros de altura que "no podía ser visto por ninguno de los ocupantes", ante lo que "el conductor giró, quedando la cadena derecha en la parte más baja y arenosa y la cadena izquierda en la rocosa más elevada, situación que provocó el vuelco del vehículo dando tres cuartos de vuelta, precipitándose por la ladera, quedando sobre el fondo del barranco volcado sobre su lateral izquierdo".

Los expertos y el tribunal han llegado a la conclusión de que el vehículo no habría volcado si el conductor hubiera tomado la pendiente frontalmente. La sentencia indica además que el soldado Calvo falleció en el acto por un "traumatismo craneal y facial y la destrucción de órganos vitales", mientras que el resto de los ocupantes sufrieron distintas heridas y quemaduras, además de trastornos por estrés postraumático, de los que, en su mayoría, están "totalmente recuperados".