Marlaska evita polemizar con Gobierno de Melilla la retirada de la concertina: Q
CRISTIAN CALVO - Archivo

MELILLA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha evitado polemizar con el Gobierno de Melilla (PP), contrario a elevar la altura de la valla a los diez metros porque "es más peligroso para la integridad física de los inmigrantes" que intentan saltarla que las concertinas o cuchillas que coronan las alambradas que se retirarán "en los próximos meses", dado que el ministro desea una frontera más "segura y humana".

En rueda de prensa en Melilla, tras visitar la frontera y entrevistarse con el presidente melillense Juan José Imbroda (PP), Grande-Marlaska ha declarado que "no voy entrar en ese tipo de debates" con el Ejecutivo popular pero ha recordado que el gobierno de Melilla "va a elevar el muro del Centro Acogida de Menores de La Purísima". "Igual para los menores hay que elevar los muros pero no voy a entrar en esos debates" ha recalcado el ministro, para añadir que "donde hay personas detrás hay que ser muy comedidos en las manifestaciones".

Fernando Grande-Marslaka ha defendido la necesidad de realizar cambios en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla porque asegura que "en las fronteras no se ha invertido desde el año 2005/2006" y por ello ha indicado que "en el siglo XXI, para conseguir fronteras seguras, no hay por qué usar medios cruentos". "Queremos una frontera más segura pero también más humana", ha apuntillado.

MÁS ALTURA Y TECNOLOGÍA PARA LA VALLA

El titular de Interior ha anunciado que las obras de refuerzo de la seguridad del perímetro fronterizo implicarán una retirada de la sirga tridimensional del espacio interfronterizo. Entre otros detalles, ha explicado que en las zonas del vallado por las que se han producido más entradas, y que están por lo tanto más deterioradas, se incrementará la altura hasta un 30 por ciento --alcanzado los DIEZ metros de altura-- y se añadirán nuevas barreras físicas que impidan trepar, reduciendo el riesgo de caídas y otro tipo de heridas. En la misma línea, se sustituirán las concertinas por una nueva corona del vallado que garantizará la seguridad de forma no cruenta.

El objetivo de estos trabajos, según ha dicho Grande-Marlaska, es tener una frontera "más segura a partir de medios tecnológicos más avanzados". Estas obras comenzarán una vez que la sociedad estatal Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España (Isdefe) ha presentado al Ministerio un estudio pormenorizado en el que, tras un diagnóstico de la situación de las infraestructuras fronteriza, se hace una propuesta de solución técnica.

El proyecto de modernización de la frontera también va a suponer el refuerzo de la seguridad en los espigones, de la red de fibra óptica, la instalación de un sistema de reconocimiento facial en los pasos fronterizos y la mejora de los sistemas de circuito cerrado de televisión (CCTV), proyecto este último que se encuentra ya en fase de ejecución.

NO A LA INMIGRACIÓN VIOLENTA

Por todo ello, el ministro ha señalado que "este gobierno pretende una inmigración legal ordenada segura y no la ilegal y sobre todo la violenta que ha provocado lesiones a nuestros agentes de seguridad". "Este gobierno ha demostrado que no permite que se agredan a sus agentes", ha resaltado el ministro.

Además, ha manifestado que la cooperación con los países de tránsito es crucial. En este sentido, ha aportado que "de cada cinco inmigrantes que intentan pasar a Europa desde el África subsahariana, solo uno lo consigue y los otros cuatro se quedan en Argelia o Marruecos, lo que da una idea de la presión que también sufren estos países".

Por último, ha dejado claro que en su Ejecutivo se está "luchando contra mafias de la inmigración que esclavizan y un buen ejemplo es lo que ha ocurrido en Libia".