La Familia Real celebra el patronato del Instituto Cervantes

El Rey Juan Carlos, la Reina Sofía y la Infanta Elena en el patronato del Instit
EP
Actualizado: jueves, 14 octubre 2010 14:09

MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Rey Juan Carlos ha presidido, un año más, el acto del patronato del Instituto Cervantes. Junto a él se encontraban la Reina Sofía y la Infanta Elena, además de los miembros de la cúpula política del país. Don Juan Carlos ha querido destacar con su discurso la buena situación de la lengua española en el mundo y la reciente concesión del Premio Nobel a Mario Vargas Llosa.

La Familia Real ha conmemorado un año más la gran labor que realiza el Instituto Cervantes en la difusión de la lengua española, y para ello se ha reunido con algunos miembros del Ejecutivo español y la directora del Instituto, Carmen Caffarel.

Junto a Don Juan Carlos se encontraba una Reina Sofía muy atrevida, deslumbrante con un llamativo vestido rojo, que eclipsó el discreto traje beige de la Infanta Elena. En esta ocasión, parece que los roles se invirtieron y fue la madre la encargada de innovar en el vestuario, quedando Doña Elena en una posición más comedida.

Entre los representantes de la clase política se encontraban el Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, además de Esperanza Aguirre y los ministros Ángeles González-Sinde y Ángel Gabilondo; a los que Caffarel agradeció que los recortes económicos fruto de la crisis no hubieran afectado apenas al Insituto.

En concreto, el presupuesto concedido ha sido de 103 millones de euros para 2011, lo que supone una reducción del 0,6% del presupuesto; un recorte mínimo si se tienen en cuenta las rebajas aplicadas a otros organismos.

Con su discurso, el Rey recordó a los presentes la buena salud de la que goza la lengua española en el mundo y la importancia de América Latina en su difusión y conservación, haciendo una mención especial al escritor Mario Vargas Llosa y su recién concedido Premio Nobel de las Letras.

Aparte del discurso, durante el encuentro tuvo lugar un besamanos en el que volvió a quedar patente la campechanía de Don Juan Carlos. Tras darse cuenta de que se le había olvidado saludar a uno de los invitados, salió en su busca seguido de la Reina y Doña Elena para disculparse y recibirle adecuadamente.