MADRID, 15 May. (CHANCE) -
Parecía que Rihanna iba a estar en la lista negra de este comisario y Presidente de la Comisión de la Policía de Los Ángeles, pero resultó no ser así debido a que pudo hacer una buena acción a cambio. ¿Cuál fue el motivo? Pues algo muy simple: Rihanna se encontraba viendo el partido de los playoffs de la NBA entre los L.A. Clippers y los Oklahoma City Thunders, sentada al lado de este comisario, Steve Soboroff, cuando le pidió amablemente hacerse con él un 'selfie'.
Todo iba bien, Rihanna muy amable aceptó amablemente la petición de Soboroff y cogió el móvil del comisario hasta que... ¡se le cayó de las manos! Y, efectivamente, todos sabéis el destino del móvil: acabó roto. Pero esto no le sentó nada mal a dicho comisario, que aprovechó la coyuntura y le comentó a Rihanna que si podía firmar el teléfono roto para luego poder subastarlo y así sacar beneficios para la fundación de la policía.
"Lo siento <3 LAPD. Rihanna" escribía con un rotulador permanente la trasera del móvil roto. Todo un objeto que se ha convertido de improviso en uno de la cantante y que seguramente algún fan deseará tenerlo.
Pero la cosa no ha quedado ahí, Rihanna además de pedirle disculpas a Steve Soboroff por romperle el móvil a través de Twitter, con un "Lo siento, rompí tu móvil @SteveSoboroff :)", la cantante de Diamond ha donado la friolera de nada más y nada menos que 25.000 dólares a dicha fundación, como disculpa por la rotura del móvil.
Sin duda, es una buena manera de solventar que Riri había sido algo patosa a la hora de coger el móvil para hacerse el selfie. El caso es que este comisario está más contento que unas pascuas pues no todos los días se consigue que una celebritie done una importante cantidad de dinero a este tipo de fundaciones.
Pero, ¿qué hay del selfie? Pues no hay que preocuparse aunque no sabemos si se hizo antes o después de tomar la instantánea pero Steve Soboroff también se fue a su casa contento al tener la aclamada instantánea con Rihanna que ha provocado todo este asunto.
No cabe duda de que no hay mal que por bien no venga.