Asteroides aparecen en una estela de cometa que cruza la Tierra

Cometa Encke
JIM SCOTTI/NASA
Europa Press Ciencia
Actualizado: miércoles, 7 junio 2017 17:31

   MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La Tierra puede estar amenazada por un ramal recién descubierto de una corriente de meteoroides del cometa Encke, aumentando el riesgo de que el planeta sea golpeado por un meteorito o un asteroide.

   Un equipo de astrónomos de la Academia Checa de Ciencias ha descubierto dos asteroides potencialmente peligrosos para nuestro planeta después de estudiar la corriente de meteoritos Táuridas. La corriente produce una lluvia de meteoros que normalmente tiene un largo período de actividad en octubre y noviembre y produce un bajo número de meteoros.

   Estos meteoritos - fenómenos de luz que se observan cuando un meteorito entra en la atmósfera del planeta y se vaporiza, también conocidos como "estrellas fugaces" - ocurren cuando la órbita de la Tierra pasa por la corriente de los restos dejados por el cometa Encke.

DE 200 A 300 METROS DE DIÁMETRO

   La mayoría de estas partículas son muy pequeñas y no suponen ninguna amenaza, pero los astrónomos checos han seguido una nueva rama de la corriente desde la cual las partículas se interseccionan con el planeta. La rama incluye dos asteroides con diámetros entre 200 y 300 metros. Estos asteroides no están por sí mismos en un curso de colisión con la Tierra, pero su identificación sugiere que puede haber otros asteroides de este tamaño o más que se esconden sin ser descubiertos dentro de este cauce.

   Como tal, los astrónomos están instando a una búsqueda concentrada de más asteroides táuridos, para ver si son potencialmente amenazantes, informa seeker.com.

   "Dado que los asteroides de tamaños entre decenas y cientos de metros representan una amenaza para alcanzar la superficie terrestre, incluso si son intrínsecamente débiles, el peligro de impacto aumenta significativamente cuando la Tierra encuentra la nueva rama Táurida cada pocos años", escriben en la revista Astronomy & Astrophysics.

   Por lo tanto, son extremadamente importantes "otros estudios que conduzcan a una mejor descripción de esta fuente real de objetos potencialmente peligrosos, que pueden ser lo suficientemente grandes para causar un daño regional significativo o incluso continental en la Tierra".

   Sin embargo, vale la pena señalar que aún no se han descubierto objetos amenazantes. Aunque la perspectiva de daños continentales y catástrofes regionales procedentes del espacio es alarmante, se necesitarán más observaciones antes de sacar conclusiones basadas en la investigación del equipo checo.

   La corriente de desechos del cometa Encke está influenciada en parte por la gravedad de Júpiter, que se sabe que influye en las órbitas de cometas y asteroides en esa región del sistema solar. Como tal, la gravedad de Júpiter puede redirigir los escombros para que más partículas golpeen la Tierra.

   Durante una de estas lluvias de meteoros Táuridas "aumentadas" en 2015 causadas por la redirección de Encke, los astrónomos de la Academia Checa de Ciencias analizaron 144 bolas de fuego Táuridas, meteoros que producen un gran destello cuando golpean la atmósfera. Las observaciones fueron tomadas de la red europea de bolas de fuego.

   Aproximadamente 113 de ellas tienen características comunes, incluyendo compartir aproximadamente la misma órbita. Los astrónomos concluyeron, basándose en anteriores lluvias, que estas bolas de fuego provienen de una nueva ramificación de la corriente taurida que está siendo redirigida por la gravedad de Júpiter.

   A continuación, los astrónomos analizaron las trayectorias orbitales de los asteroides 2015 TX24 y 2005 UR. Debido a sus similitudes con la recién descubierta ramificación de las bolas de fuego Táuridas, los astrónomos a su vez argumentaron que estos dos asteroides - cada uno de 200 a 300 metros de diámetro - son también miembros del nuevo ramal.

   El análisis de las bolas de fuego sugiere que los asteroides grandes son débiles en estructura, aunque en tamaños más grandes no se romperían fácilmente en la atmósfera de la Tierra.

 

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