Capturan el epílogo del campo magnético de un asteroide

Capturan los últimos instantes del campo magnético de un asteroide
Foto: CSIC
Actualizado: miércoles, 21 enero 2015 19:09

MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores han capturado con éxito los últimos instantes del campo magnético de un asteroide, una tentadora idea de lo que puede suceder con la Tierra en miles de millones a partir de ahora.

   Usando una técnica detallada de imágenes, el equipo de investigación logró leer la memoria magnética contenida en meteoritos antiguos, formados con el Sistema Solar hace más de 4.500 millones de años. Las lecturas tomadas de estos diminutos imanes del 'espacio' pueden ofrecer un adelanto del destino del núcleo magnético de la Tierra, mientras sigue congelándose.

   Mediante el de un intenso haz de rayos X para fotografiar la magnetización a nanoescala del metal de los meteoritos, los científicos, dirigidos por la Universidad de Cambridge, fueron capaces de capturar el momento preciso en el que el núcleo del asteroide padre del meteorito se congeló, matando su campo magnético. Estas mediciones 'nano-paleomagnéticas', las de mayor resolución realizadas, se llevaron a cabo en el sincrotrón BESSY II en Berlín.

   Los investigadores encontraron que los campos magnéticos generados por asteroides duraban mucho más de lo que se pensaba, prolongándose más de varios cientos de millones de años después de la formación del asteroide y fueron creados por un mecanismo similar al que genera el propio campo magnético de la Tierra  Los resultados ayudan a responder a muchas de las cuestiones que rodean a la longevidad y la estabilidad de la actividad magnética en cuerpos pequeños, como asteroides y lunas.

   "La observación de los campos magnéticos es una de las pocas formas en las que podemos asormarnos a un planeta", afirma el doctor Richard Harrison, del Departamento de Ciencias de la Tierra de Cambridge, en Reino Unido, quien dirigió la investigación. Los meteoritos particulares usados para este estudio se conocen como palasitos, que se componen principalmente de hierro y níquel, con incrustaciones de cristales de silicato de calidad de gema.

   Sin embargo, el contenido dentro de estos trozos de hierro son partículas diminutas de sólo cien nanómetros de diámetro, aproximadamente una milésima parte del grosor de un cabello humano, de un mineral magnético único llamado tetrataenita, que es magnéticamente mucho más estable que el resto del meteorito, y mantiene en su interior una memoria magnética que se remonta a miles de millones de años.

   "Estamos tomando medidas del campo magnético antiguas en materiales a nanoescala a la más alta resolución con el fin de reconstruir la historia magnética de los asteroides. Es como una misión arqueológica cósmica", señala el estudiante de doctorado James Bryson, autor principal del artículo.

   Las mediciones magnéticas de los investigadores, apoyadas por las simulaciones por ordenador, demuestran que los campos magnéticos de estos asteroides fueron creados mediante composición de convección y no térmica, lo que significa que el campo era de larga duración, intenso y generalizado. Los resultados cambian la perspectiva sobre la forma en la que los campos magnéticos se generaron durante la vida temprana del sistema solar.

   Estos meteoritos proceden de asteroides que se formaron en los primeros pocos millones de años tras la formación del Sistema Solar. En ese momento, los cuerpos planetarios se calentaron por la desintegración radiactiva a temperaturas lo suficientemente calientes para hacer que se fundan y se segregan en un núcleo de metal líquido rodeado por un manto rocoso. Conforme sus núcleos se enfriaron y comenzaron a congelar, los movimientos de remolinos de metal líquido, impulsados por la expulsión de azufre a partir del creciente núcleo interno, generaron un campo magnético, tal como la Tierra hace hoy en día.

   "Es curioso que estudiamos otros organismos para aprender más sobre la Tierra --subraya Bryson--. Dado que los asteroides son mucho más pequeños que la Tierra, enfriándose mucho más rápidamente, estos procesos se producen en escalas de tiempo más cortos, lo que nos permite estudiar todo el proceso de solidificación del núcleo".

   Los científicos ahora creen que el núcleo de la Tierra sólo comenzó a congelarse hace relativamente poco en términos geológicos, hace tal vez menos de mil millones de años, pero todavía se desconoce cómo ha afectado esta congelación al campo magnético de la Tierra. "En nuestros meteoritos hemos podido capturar tanto el principio como el final de la congelación del núcleo, lo que nos ayudará a entender cómo estos procesos afectaron a la Tierra en el pasado y ofrecer una posible visión de lo que podría pasar en el futuro", adelanta Harrison.

   Sin embargo, el núcleo de la Tierra se congela con bastante lentitud. El núcleo interno sólido es cada vez más grande y, finalmente, el núcleo externo líquido desaparecerá, matando el campo magnético de la Tierra, que nos protege de la radiación del Sol. "Sin embargo, no hay necesidad de que cunda pánico por el momento -tranquiliza--. El núcleo no se congelará por completo hasta miles de millones de años, y es probable que, el Sol no nos lleve primero".

@CIENCIAPLUS