Inesperados halos gigantes detectados alrededor de distantes cuásares

Actualizado: miércoles, 26 octubre 2016 12:27

   MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha descubierto brillantes nubes de gas alrededor de cuásares distantes, por primera vez en todos los cuásares de un sondeo.

   Las propiedades de los halos de este hallazgo están también en "notable desacuerdo" con las teorías actualmente aceptadas de la formación de las galaxias en el universo temprano, según informa el ESO.

   El trabajo realizado por una colaboración internacional de astrónomos, liderada por un grupo del ETH (Swiss Federal Institute of Technology, Instituto Federal Suizo de Tecnología) en Zúrich (Suiza), ha estudiado el gas que se encuentra alrededor de distantes galaxias activas, formadas menos de 2.000 millones de años después del Big Bang.

   Estas galaxias activas, llamadas cuásares, contienen agujeros negros supermasivos en sus centros, los cuales consumen estrellas, gas y otros materiales a una velocidad extremadamente alta. Esto, a su vez, provoca que el centro de la galaxia emita enormes cantidades de radiación, haciendo de los cuásares los objetos más luminosos y activos del universo.

   Así, se estudiaron un total de 19 cuásares, seleccionados entre los más brillantes que son observables con MUSE. Estudios anteriores demostraron que alrededor del 10% de todos los cuásares estudiados estaban rodeados por halos compuestos de un gas conocido como medio intergaláctico (WHIM por sus siglas en inglés, Warm-Hot Intergalactic Medium).

A 300.000 AÑOS LUZ

   El Observatorio ha indicado que estos halos se extienden hasta 300.000 años luz de distancia de los centros de los cuásares. Este nuevo estudio, sin embargo, ha desvelado una sorpresa al haber detectado grandes halos alrededor de los 19 cuásares observados - muchos más que los dos halos que, por estadística, se esperaban observar. El equipo sospecha que esto se debe al "enorme aumento en la capacidad de observación de MUSE con respecto a instrumentos similares anteriores, pero será necesario llevar a cabo más observaciones para determinar si éste es el caso".

   "Todavía es demasiado pronto para decir si esto se debe a nuestra nueva técnica de observación o si los cuásares de nuestra muestra son algo peculiares. Así que todavía hay mucho que aprender; estamos iniciando una nueva era de descubrimientos", ha afirmado la autora Elena Borisova, de ETH Zúrich.

   El objetivo original del estudio era analizar los componentes gaseosos del universo a las escalas más grandes, una estructura denominada a veces como red cósmica, en la que los cuásares forman brillantes nodos. Normalmente, los componentes gaseosos de esta red son "muy difíciles" de detectar, por lo que los halos luminosos de gas que rodean a los cuásares proporcionan una oportunidad casi única para estudiar el gas que hay dentro de esta estructura cósmica a gran escala.

   Los 19 halos recién detectados también revelaron otra sorpresa: están formadas por gas intergaláctico relativamente frío, a aproximadamente 10.000 grados centígrados. Esta revelación entra en conflicto con los modelos actualmente aceptados sobre la estructura y la formación de las galaxias, que sugiere que el gas, estando tan cerca de las galaxias, debería tener temperaturas de más de un millón de grados.

   "Hemos explotado las capacidades únicas de MUSE en este estudio, que allanará el camino para futuros sondeos. Combinado con una nueva generación de modelos teóricos y numéricos, este enfoque seguirá ofreciéndonos una nueva ventana para el estudio de la formación de la estructura cósmica y la evolución de las galaxias", ha señalado el coautor de este trabajo, Sebastiano Cantalupo.