MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
Dos estudios, uno de la Universidad de Poitiers (Francia) y otro de la Universidad de Zurich-Irchel (Suecia), aportan nuevas pruebas de que los restos fósiles de Toumaï corresponden a un homínido y no a un simio. Toumaï es, según su descubridor, el científico Michel Brunet, el ancestro más antiguo del hombre con una antigüedad de 7 millones de años. Los resultados de ambas investigaciones se publican esta semana en la revista 'Nature'.
Según los expertos, cada vez se está más cerca de resolver la cuestión de si el 'Sahelanthropus tchadensis', uno de los ancestros humanos más controvertidos, es realmente lo que los científicos piensan. Nuevos descubrimientos fósiles, además de un nuevo análisis de Toumaï, el representante de la especie, parecen confirmar que el llamado 'viejo hombre de Chad' fue más humano que simio.
Los investigadores explican que en el año 2.002, cuando un equipo dirigido por Michael Brunet descubrió a Toumaï, algunos expertos contradijeron la afirmación de que la especie de hace 7 millones de años fuera un verdadero homínido. Ahora, un nuevo diente y fragmentos de una mandíbula encontrados cerca del norte de Chad descritos en el estudio publicado en 'Nature' muestran varias diferencias clave entre el 'S. tchadensis' y los simios africanos, a pesar del hecho de que Toumaï probablemente vivió no mucho más tarde de que se separaran ambos linajes.
Según los científicos, los oponentes de la teoría de Brunet han argumentado que el cráneo fosilizado de Toumaï está demasiado deteriorado para extraer conclusiones definitivas sobre su identidad como homínido. En el estudio llevado a cabo por las Universidades francesa y sueca, los científicos presentan un cráneo restaurado virtual que indica que el 'S. tchadensis' podría haber caminado erguido a diferencia de los simios que fueron sus contemporáneos.