MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores españoles demuestran en un estudio, publicado esta
semana en la revista 'Proceedings', que el método matemático
utilizado para datar el origen de las especies a partir de secuencias
de ADN es sesgado y, que la escala cronológica de la evolución
biológica derivada de dicho método atribuye a las especies edades
mayores que las reales.
En el estudio ha colaborado el profesor Francisco Ayala, quien
recibirá, el próximo 13 de junio del presidente de los Estados
Unidos, la Medalla Nacional de Ciencia, uno de los galardones más
prestigiosos. "Nuestros resultados suponen la revisión de las escalas
cronológicas de la evolución biológica basadas en datos moleculares",
explicó a Europa Press el profesor Francisco Rodríguez-Trelles,
miembro del equipo investigador y científico del Instituto de
Investigaciones Agrobiológicas de Galicia, centro dependiente del
CSIC.
En la actualidad existen dos procedimientos para datar el origen
de las especies. Por una parte, el tradicionalmente empleado por los
paleontólogos consiste en atribuir a las especies la edad de las
rocas en las que aparecen los fósiles más antiguos. "Hasta hace
relativamente poco tiempo este fue el único método disponible para
determinar la escala cronológica de la evolución biológica", señala
Rodríguez-Trelles.
El segundo método, introducido a mediados de los años sesenta por
los biólogos moleculares, se basa en la teoría del reloj molecular de
la evolución. Así, el ADN se compone de cuatro tipos distintos de
nucleótidos (las letras del alfabeto ADN).
La teoría del reloj molecular propone que el ADN acumula
mutaciones a un ritmo constante, por lo que puede ser utilizado como
un reloj para determinar la edad de las especies, explicó el
científico español.
Para ilustrar este método, Rodríguez-Trelles pone como ejemplo la
suposición de que la secuencia de letras de uno de nuestros genes se
diferencia de la de nuestros parientes cercanos los chimpancés en
cinco cambios. "Si sabemos que ese gen evoluciona al ritmo de un
cambio por cada millón de años, concluiremos que nuestro linaje se
separó del de los chimpancés hace 5 millones de años.
Los genomas de los organismos contienen miles de genes, y cada gen
representa un reloj molecular. La idea es promediar la información de
cuantos más relojes moleculares mejor, para aproximarse más al valor
correcto", expuso el investigador del CSIC.
REVOLUCION
Además, apuntó que "la teoría del reloj molecular ha revolucionado
el estudio de la evolución, y su aplicación generalizada ha llevado a
la conclusión de que las especies son mucho mas antiguas que lo
indicado por el registro fósil. Esta conclusión ha suscitado un
intenso debate entre paleontólogos y biólogos moleculares".
Una premisa fundamental para poder utilizar el promedio de muchos
relojes moleculares como medida del tiempo evolutivo es que los
errores de cada reloj se repartan simétricamente en torno al
verdadero valor de la fecha que se pretende averiguar.
El investigador relató que se simula la evolución de muchos genes
en el ordenador fijando de antemano la edad de las especies. Lo que
se observa es que no parece haber diferencias en cuanto a la
probabilidad de que un reloj molecular se atrase o se adelante. Sin
embargo, debido a un sesgo del método matemático empleado, la
magnitud de los retrasos resulta ser mucho mayor que la de los
adelantos.
La consecuencia es que al promediar muchos relojes se obtienen
fechas muy anteriores a las establecidas inicialmente en las
simulaciones, dando la impresión de que las especies son mucho mas
antiguas de lo que en realidad lo son. La idea de los expertos es
ahora es ver cómo corregir este sesgo para obtener estimas
moleculares más precisas.
"Nuestros resultados indican que las conclusiones obtenidas a
partir de los fósiles son más acertadas de lo que se pensaba, si bien
habrá que revisar las escalas cronológicas evolutivas actualmente
aceptadas", concluyó. Junto a Francisco Rodríguez-Trelles y Francisco
J. Ayala, ha participado en este estudio -realizado en la Universidad
de California en Inrvine-- la doctora Rosa Tarrío, del CSIC.
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11-Jun-2002 10:30:01
(EUROPA PRESS)
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