MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro para Neurociencia Cognitiva de Darmouth
(EE.UU.) están intentando comprender cómo ciertas melodías tienen más
tendencia a quedar grabadas en la memoria o por qué un sonido
particular puede mover a toda una escuela de danza.
Los científicos han ubicado y creado un mapa del área cerebral que
procesa y sigue a la música. Se trata de un lugar que también se
activa durante el razonamiento y en la recuperación de recuerdos.
Los resultados del nuevo estudio, publicados en la última edición
de Science, indican que el conocimiento de las relaciones armoniosas
de la música se mantiene en la corteza prefrontal rostromedial, que
está en el centro del cerebro, justo detrás de la frente. Esta región
está conectada al lóbulo temporal (involucrado en el procesamiento
básico del sonido), si bien es diferente de éste.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron
una serie de resonancias magnéticas en personas relacionadas con la
música y sensibles a ésta. Se vio que la ubicación exacta de las
áreas cerebrales que se activan con la música varía dependiendo de la
melodía, como si se tratara de una topografía cambiante. Es decir,
cada vez que la persona escucha una melodía, el mismo circuito neural
la sigue de forma ligeramente diferente.
Este mapa dinámico es clave para entender por qué una pieza de
música provoca un cierto comportamiento una vez, como bailar, y otro
muy distinto otra vez, como sonreír cuando alguien recuerda una
danza. Los autores de este trabajo consideran que han encontrado una
buena base de relación entre la música, las emociones y el cerebro.
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13-Dic-2002 13:05:01
(EUROPA PRESS)
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