MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los científicos han recibido esta semana y por primera vez los datos aportados por el satélite 'Cryosat-2' de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), la 'misión de hielo' que fue lanzada el pasado mes de abril con el objetivo de medir las pequeñas variaciones en el grosor de la capa de hielo flotante en los océanos polares y en la cubierta de hielo terrestre.
Esta información permitirá conocer mucho mejor el papel que juega el hielo en el sistema terrestre y el cambio climático, según ha indicado la ESA, al tiempo que ha destacado que la misión ya ha cumplido uno de sus primeros objetivos, con esta perfecta recepción de los datos científicos.
Así, en torno a 150 científicos de unos 40 institutos de investigación tienen acceso a los mismos y, además, como parte del proceso de calibración y puesta a punto del aparato, es su trabajo ayudar a la ESA a verificar que el satélite cumple los estándares previstos, antes de ampliar la recepción y enviar los datos a más comunidades de investigadores.
"Esta es la primera publicación de datos aportados por Cryosat tras su lanzamiento", ha afirmado el director de la misión, Tommaso Parrinello, al tiempo que ha subrayado que, trabajando en estos tiempos establecidos, han estado "muy ocupados" maniobrando el satélite en la órbita correcta y resolviendo algunos virus en los procesadores.
La ESA ha resaltado en esta línea que los instrumentos de Cryosat se encuentran en "perfecto estado de salud", están excediendo todas las expectativas y los datos que se están aportando son muy "excitantes". "Estos resultados sobrepasan nuestras expectativas y están por encima del nivel que esperábamos", ha puntualizado el experto y director del proyecto, Richard Francis.
Asimismo, estas campañas de validación de datos están respaldadas por la comprobación y supervisión de varios aviones sobre las mismas zonas que explora el satélite, tanto en el Ártico como en el Antártico. De hecho, en otoño un avión de la NASA, el 'DC-8', sobrevolará y recolectará datos de la Antártida, mientras que 'Cryosat-2' inspeccionará igualmente la zona.