MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores que trabajan en Israel y España han descubierto pruebas de alimentos y potenciales irritantes respiratorios atrapados en dientes de 400.000 años de antigüedad.
Se trata de restos encontrados en la cueva Qesem en Israel, lugar de muchos descubrimientos de finales del Paleolítico Inferior.
La investigación, publicada en Quaternary International, fue dirigida por Karen Hardy, de la Universidad Autónoma de Barcelona, junto Ran Barkai y Avi Gopher de la Universidad de Tel Aviv, entre otros, ofrece prueba directa de lo que comían las primeras personas del Paleolítico y la calidad del aire que respiraban dentro de la cueva Qesem.
Posibles irritantes respiratorios, incluyendo contaminación ambiental por restos de carbón artifical encontrado en el cálculo dental, pueden haber sido resultado de la inhalación de humo de los fuegos en interiores utilizados para asar carne. Esta evidencia directa más antigua de la contaminación ambiental inhalada bien puede haber tenido un efecto perjudicial sobre la salud de estos primeros humanos.
En lo que Barkai describe como una "cápsula del tiempo", el cálculo analizado reveló tres hallazgos principales: carbón de leña de fuegos interiores; evidencia de la ingestión de componentes esenciales de la dieta a base de plantas; y fibras que podrían haber sido utilizadas para limpiar los dientes o restos de materias primas.
"Esta es la primera evidencia de que las primeras barbacoas interiores del mundo tuvieron consecuencias relacionadas con la salud", dijo Barkai.
"Este es uno de los primeros, si no el primero, casos de contaminación provocada por el hombre en el planeta. Yo vivo cerca de plantas de energía, cerca de fábricas de productos químicos. Por un lado, somos dependientes de la tecnología, pero por otro, estamos inhalando su contaminantes. El progreso tiene un precio y encontramos posiblemente la primera evidencia de esto en la cueva Qesem hace 400.000 años".
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