BARCELONA 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra han desarticulado la mayor organización delictiva de Cataluña dedicada al robo de camiones y sus cargas con el arresto de 35 personas, entre ellos los líderes del grupo criminal, según han informado fuentes policiales.
Los arrestados, de entre 25 y 40 años, fueron detenidos en Barcelona, Tarragona, Cubelles, Sant Feliu de Llobregat, Ripollet, Sant Cugat del Vallès, Badalona y Sabadell.
En colaboración con la Guardia Civil, el viernes detuvieron en Valencia al principal receptador del grupo, y posteriormente los agentes registraron en una nave de L'Alqueria de Comtessa (Valencia) llena de material robado en toda España.
El titular del Juzgado de instrucción número 3 de El Vendrell, que dirige la operación, ha decretado el ingreso en prisión de seis de los detenidos, incluyendo los máximos responsables y el principal receptor.
Las investigaciones relacionan al grupo con más de una treintena de robos donde el valor de los efectos sustraídos --electrodomésticos, lotes de navidad, vinos, ropa y metales-- es superior a 1,2 millones de euros.
En la operación, los agentes han podido recuperar 24.000 kilos de cobre valorados en 200.000 euros, más de 200 electrodomésticos, 22.000 kilos de acero, 950 baterías de vehículo, 18 remolques y una tractora.
ROBOS DE FIN DE SEMANA
La investigación se inició en noviembre tras detectarse un aumento de denuncias relacionadas con el robo de camiones y su carga, y la policía imputa a la banda diversos delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico y otro de asociación ilícita porque los arrestados estaban perfectamente estructurados.
Los robos se producían en toda Cataluña y su objetivo eran tanto los camiones que se encontraban aparcados en polígonos industriales como los que lo hacían en áreas de servicio, y siempre se realizaban en fin de semana.
Las reuniones donde se planificaban estos robos eran dos bares, conocidos por los arrestados como 'la oficina': uno en Cunit y otro en Sabadell.
Una vez planificado el robo, los líderes y el resto del grupo iban en grupo hasta la zona escogida, normalmente polígonos industriales de diferentes localidades catalanas, aunque en otras ocasiones se desplazaban hasta otros puntos del Estado como Burgos, Galicia, Madrid y Castellón.
En los polígonos, los integrantes del grupo buscaban los remolques cargados de mercancía, y una vez que los líderes daban la orden para sustraerlo, lo hacían y descargaban el material en diferentes naves o estacionamientos privados de camiones a otro remolque de la organización y se abandonaba el robado.
Tras hacer recuento del material robado, la organización fijaba un precio de venta y buscaba el mejor comprador, aquel que estaba dispuesto a pagar el precio fijado.
La operación ha realizado 21 registros --13 en domicilios de los detenidos y ocho en naves, empresas y trasteros--, y entre los detenidos figura un empresario del mundo del metal, J.C.G., vecino de Sant Cugat, que compraba todo el material relacionado con los metales y al que en el momento del arresto se le intervinieron 15.000 euros en metálico. En los registros, la policía también ha intervenido documentación, dos armas de fuego tipo pistola y una defensa eléctrica.
Entre los 35 detenidos se encuentra uno de los empresarios más importantes del sector del metal en Catalunya. En rueda de prensa, el inspector Toni Mariscal ha explicado que este empresario compraba el metal --cobre, acero y aluminio-- a un precio "muy por debajo del normal" y al parecer sabía perfectamente que era material robado, por lo que le atribuyen un delito de receptación.
De hecho, los Mossos nunca habían arrestado a un receptador que hubiera comprado una cantidad tan elevada de material robado --cuatro tráilers con más de 80 toneladas del grupo--, que vendía a terceros eliminando cualquier rastro que permitiera descubrir su ilegalidad.
Este empresario, J.C.G., vecino de Sant Cugat, tiene la sede en Barberà del Vallès y otros cuatro locales en varios puntos de Catalunya.
Podía conseguir los tráilers con 20 toneladas de metal a unos 600 euros y llegar a revenderlos a 8.000, obteniendo unos márgenes de beneficio muy grandes.
Asimismo, el principal receptador del grupo --que ha ingresado en prisión-- estaba ubicado en Valencia y tenía una nave en L'Alqueria de Comtessa, donde almacenaba todo tipo de material robado, principalmente productos alimentarios y electrodomésticos.
Las investigaciones relacionan al grupo con más de 30 robos, donde el valor de lo sustraído --electrodomésticos, lotes de navidad, vinos, ropa y metales-- supera los 1,2 millones de euros.
En la operación Magnum, la primera de la unidad central de multirreincidentes de la División de Investigación Criminal (DIC), han podido recuperar 24.000 kilos de cobre valorados en 200.000 euros, más de 200 electrodomésticos, 22.000 kilos de acero, 950 baterías de vehículo, 18 remolques y una tractora.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de El Vendrell, se inició en noviembre tras detectarse un aumento de denuncias y ha concluido con el ingreso de seis personas en prisión --los máximos responsables y el receptador de Valencia--.
La policía imputa a la banda delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico y asociación ilícita porque los arrestados estaban perfectamente estructurados y, según Mariscal, vivían de este negocio y tenían un elevado tren de vida.