VALENCIA, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Cultura, Educación y Deporte, Alejandro Font de Mora, calificó hoy el traslado del Claustro de la Valldigna desde la finca del Canto del Pico en Torrelodones hasta su ubicación original en el Monasterio de la Valldigna como "un hecho histórico de recuperación del patrimonio de la Comunitat", según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Generalitat.
Font de Mora consideró el inicio de las obras de desmontaje como "un día histórico por un doble motivo, primero porque vamos a recuperar una de las obras arquitectónicas e históricas más importantes de la Comunidad Valenciana, a lo que se añade --dijo-- el valor sentimental del regreso de una pieza fundamental del Monasterio de Santa María de la Valldigna". Agregó que "este claustro puede volver a la Comunitat gracias al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que fue el primero que se involucró en el proyecto del traslado".
El titular de Cultura anunció que las 283 piezas que forman el Claustrillo Alto del Palacio del Abad del Monasterio de la Valldigna "en quince días aproximadamente estarán desmontadas y el claustro antes de Semana Santa colocado en su lugar original. Entonces culminará una de las recuperaciones patrimoniales más importantes por su significación histórica, cultural y sentimental", subrayó.
Asimismo, el conseller agradeció la colaboración de FECOVAL, entidad que financia el complicado proceso de traslado de las piezas, motivo por el que el presidente de la institución, Juan Cámara, asistió al inicio de las obras de desmontaje, acto que también contó con la presencia del alcalde de Torrelodones, Carlos Galbeño.
En cuanto a la recuperación del conjunto monumental, las citadas fuentes apuntaron que fue comprado en 1991 por la Generalitat a sus propietarios y desde entonces se han realizado en el Monasterio diferentes intervenciones para su recuperación y puesta en valor, ya que el estado en que se encontraba era "prácticamente de ruina".
En 1998, las Corts Valencianes aprobaron la Ley 4/1998, del Patrimonio Cultural Valenciano, coincidiendo con el séptimo centenario del inicio de la construcción del Monasterio por parte de la Orden del Císter, según la voluntad del Rey Jaume II de Aragón, el Just, ley que declaró el conjunto histórico del Real Monasterio de Santa María de la Valldigna Bien de Interés Cultural en su disposición adicional primera, al tiempo que previó implícitamente en su artículo primero la voluntad de la Generalitat de instar el retorno del claustro del Abad a su ubicación original.
El siguiente paso lo dio el Consejo de Ministros, aprobando, mediante el Real Decreto 12/2006 del 13 de enero, el traslado del claustrillo. Posteriormente, el 22 de marzo de 2006 la Consejería de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid autorizó patrimonialmente el proyecto de reintegración del claustrillo alto del Palacio del Abad.
Posteriormente, en junio de este año el Ayuntamiento de Torrelodones aprobó la modificación de las normas subsidiarias para rebajar el grado de protección del claustrillo de la Valldigna, lo que fue ratificado por la Comisión de Urbanismo de la Comunidad de Madrid. Sólo quedaba ya la licencia municipal de obras, extremo que se comunicó a la Generalitat la pasada semana, señalaron.
PALACIO DEL ABAD
El Palacio del Abad, situado originariamente dentro del conjunto monástico de la Valldigna, fue realizado en el siglo XIV por el Abad Arnau de Saranyó, aunque se realizaron intervenciones a finales del siglo XV y principios del XVI y reformas en los siglos XVIII y XIX, mientras que la arquería superior del claustro central del palacio, que es el conocido claustrillo, no sufrió modificaciones desde su construcción.
El Real Monasterio de Santa María de la Valldigna, fundado en 1298 por Jaume II el Just, está situado en la localidad valenciana de Simat de Valldigna, en la comarca de la Safor. Desde su fundación y hasta la exclaustración de los monjes cistercienses a raíz de la desamortización de Mendizábal fue un centro de poder e irradiación de cultura en la Comunitat Valenciana, y entre sus abades destaca Roderic de Borja, que se convirtió en Alejandro VI.
Entre los años 1920 y 1926, el claustro fue desmontado y trasladado a la residencia que construyó el Conde de las Almenas en Torrelodones a principios de siglo, en la que también integró otros bienes procedentes de monumentos históricos de todo el territorio español. De esta forma, pasó a formar parte del conjunto residencial de José María del Palacio y Abárzuza, conde de las Almenas, conocida con el nombre de 'El Canto del Pico', que fue regalado por el conde a Franco, quien lo utilizó frecuentemente como finca de descanso, ya que se encontraba en las cercanías de Madrid y muy bien comunicado con el Palacio del Pardo.
Tras la muerte de Franco, la finca del 'Canto del Pico' sufrió diferentes avatares, entre ellos, varias ventas y compraventas, quedando en situación de abandono, lo que ha contribuido a la degradación de sus elementos constructivos, entre los que se encuentra el claustro, apuntaron dichas fuentes.
ESTRUCTURA DEL CLAUSTRO
El claustro, según indicaron las citadas fuentes, está formado por diez arcos góticos, está construido en piedra de arenisca y fue desmontado pieza a pieza para poderlo trasladar a su ubicación actual desde la Valldigna, fruto del proceso de destrucción del monumento emprendido por los propietarios que lo adquirieron tras la desamortización de Mendizábal en 1835.
Durante los dos últimos siglos, el conjunto monumental ha sufrido el expolio y la diseminación de sus bienes muebles, ya que el conjunto fue derruido en gran parte para dedicarlo a explotación agropecuaria. En la actualidad, el nivel de conservación del claustro es "muy precario", ya que "no goza de ninguna medida de protección y su exposición a un clima mucho más riguroso que el de la Valldigna estaba poniendo en peligro la integridad del monumento", aseveraron.
